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fortalecer la lucha contra la inseguridad alimentaria en la capital.

El proceso, identificado como SDIS-DCT-092-001-2025, está dirigido a entidades sin ánimo de lucro y organizaciones sociales interesadas en administrar estos espacios, que brindan alimentación a poblaciones en situación de pobreza y vulnerabilidad. La inversión proyectada por el Distrito es de 83.826 millones de pesos para la operación de 130 comedores comunitarios, con una cobertura estimada de 37.000 cupos.

Uno de los aspectos clave de esta convocatoria es la inclusión de 16 nuevos comedores en nueve localidades con alta prevalencia de inseguridad alimentaria: Bosa, Ciudad Bolívar, Kennedy, Los Mártires, Rafael Uribe, San Cristóbal, Santa Fe, Suba y Usme. De esta manera, se busca ampliar el impacto del programa y garantizar que más ciudadanos tengan acceso a una alimentación adecuada.

Los interesados en participar tienen hasta el 3 de marzo para presentar sus ofertas a través de la plataforma SECOP II, donde también están disponibles los términos del proceso. Se espera que, tras el cumplimiento de las distintas fases, la adjudicación se realice en abril de 2025.

Con la implementación de este proyecto, el Distrito alcanzará un total de 136 comedores comunitarios, incluyendo los seis operados por el IDIPRON, con un total de 39.000 cupos disponibles. Cada comedor ofrecerá a sus beneficiarios una comida caliente tipo almuerzo, cubriendo aproximadamente el 40 % de sus requerimientos nutricionales diarios, con garantías de calidad e inocuidad.

El programa hace parte de la estrategia 'Bogotá Sin Hambre 2.0' y del Plan de Desarrollo 'Bogotá Camina Segura', con el que se busca no solo ampliar la cobertura, sino también optimizar la localización de los comedores mediante un índice de ubicación eficiente.

Actualmente, los comedores comunitarios de la ciudad operan de lunes a sábado entre las 10:30 a.m. y las 3:30 p.m., beneficiando a personas en condiciones de pobreza extrema, moderada y con inseguridad alimentaria, clasificadas entre A01 y C09 en el Sisbén IV. Con este nuevo esfuerzo, la administración distrital reafirma su compromiso de garantizar el derecho a la alimentación y mejorar la calidad de vida de miles de bogotanos.

Usuarios de Transmilenio hacen fila para colarse: Debate sobre la evasión del pago sigue abierto

Un video viralizado en redes sociales ha vuelto a poner sobre la mesa el problema de los colados en Transmilenio. Las imágenes muestran a decenas de personas formadas en fila junto a una estación, esperando su turno para saltar las rejas e ingresar sin pagar el pasaje. La escena, que para muchos ciudadanos ya es parte de la cotidianidad del sistema, ha generado indignación y reacciones desde distintos sectores.

El problema de la evasión en Transmilenio no es nuevo. Según cifras recientes, en lo que va del 2024, el 13,14 % de los pasajeros en la troncal del sistema no ha pagado su pasaje, lo que representa cerca de 89 millones de viajes sin validar y pérdidas diarias de aproximadamente 719 millones de pesos. Para la concejala Diana Diago, esta problemática está directamente relacionada con la falta de infraestructura adecuada en las estaciones. “Hoy, el 66 % de las estaciones del sistema no cuenta con puertas de acceso, lo que facilita que muchas personas ingresen sin pagar”, denunció la cabildante.

El video ha avivado el debate sobre las acciones de la administración distrital para frenar la evasión. La gerente de Transmilenio, María Fernanda Ortiz, respondió asegurando que se están implementando estrategias en cuatro frentes: cultura ciudadana, infraestructura, fiscalización y monitoreo. No obstante, reconoció que en algunas estaciones donde ya se han instalado nuevas puertas y torniquetes, la evasión sigue ocurriendo. “Seguiremos ajustando nuestras estrategias en 2025 y redistribuyendo el personal en vía, pero necesitamos el compromiso de la ciudadanía para reducir este problema”, expresó Ortiz.

El tema de la infraestructura también ha sido objeto de críticas. En 2021, se firmó un contrato por más de 31.000 millones de pesos para la instalación y mantenimiento de puertas automáticas en varias estaciones. Sin embargo, a un poco más de tres años después, muchos de estos dispositivos no han cumplido con su función. La concejala Diago cuestionó la efectividad de esta inversión y pidió medidas más contundentes. “Se necesita un acompañamiento policial real y sanciones efectivas para quienes le roban al sistema. Los gestores en vía no tienen la formación para actuar en estos casos”, señaló.

El fenómeno de los colados no solo afecta

las finanzas de Transmilenio, sino que también genera riesgos para la seguridad de los usuarios. Muchos ciudadanos han denunciado que la evasión también se traduce en un ambiente de inseguridad dentro del sistema. Mientras tanto, el debate sigue abierto y la administración deberá tomar medidas concretas para frenar una problemática que, año tras año, parece agravarse.

Los retos del nuevo comandante de la Policía de Bogotá ante la crisis de seguridad

Bogotá enfrenta uno de sus momentos más críticos en materia de seguridad, y el brigadier general Giovanni Cristancho asume el mando de la Policía Metropolitana con la tarea de enfrentar el preocupante aumento de homicidios y otros delitos en la capital. La reciente ola de violencia ha puesto en jaque a las autoridades y generado una sensación de inseguridad entre los ciudadanos, quienes esperan acciones concretas para recuperar la tranquilidad en las calles.

La ciudad cerró el 2024 con cifras alarmantes: los homicidios aumentaron un 11,1 %, mientras que la extorsión, los delitos sexuales y la violencia intrafamiliar también registraron un crecimiento significativo. Solo en enero de este año, se reportaron 100 homicidios, un 42 % más que en el mismo periodo del año anterior. Estas estadísticas reflejan la gravedad del problema y la urgencia de tomar medidas contundentes.

Cristancho, quien reemplaza al brigadier general José Daniel Gualdrón, recibe un cuerpo de policía fortalecido con 700 uniformados adicionales y mejores capacidades tecnológicas. Sin embargo, la solución a la crisis de seguridad no depende solo del aumento de pie de fuerza, sino de estrategias efectivas y coordinación con otras entidades del Distrito y el Gobierno Nacional.

Uno de los principales desafíos será contener la disputa entre bandas criminales que ha desatado una serie de asesinatos en la ciudad. El crimen organizado ha expandido su control sobre varias localidades, y la falta de intervención rápida ha permitido que la violencia se agrave. De acuerdo con el general en retiro Eliecer Camacho, Cristancho cuenta con experiencia en operativos contra el terrorismo y el crimen organizado, lo que podría ser clave para combatir estas estructuras ilegales.

Pero la problemática de seguridad en Bogotá no solo se reduce a los homicidios. El hurto en todas sus modalidades sigue siendo una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, al igual que la extorsión, que creció un 63,8 % el año pasado. Los mercados ilegales de estupefacientes también han contribuido al deterioro de la percepción de seguridad en varias zonas de la ciudad.

Desde la Alcaldía, el alcalde Carlos Fernando Galán y el secretario de Seguridad, César Restrepo, han insistido en la necesidad de una colaboración más estrecha con el Gobierno Nacional. Para las autoridades distritales, la crisis de seguridad no es exclusiva de Bogotá, sino que responde a dinámicas criminales a nivel nacional, incluyendo el fortalecimiento de grupos armados y el aumento en la producción de drogas en el país.

El secretario Restrepo también ha alertado sobre la falta de control en la compra y venta de armas ilegales, un factor que ha facilitado la proliferación de la violencia en las calles. Según él, tras la firma de los acuerdos de paz en La Habana, no se hizo un inventario detallado del armamento en circulación, lo que ha permitido que muchas de estas armas terminen en manos de delincuentes. “Hoy en día, el país trabaja a ciegas en términos de control de armas, y en un contexto criminal con pocos recursos, este mercado se ha vuelto muy dinámico”, advirtió.

Otro desafío importante para la nueva administración de la Policía Metropolitana será abordar la creciente problemática de la población en situación de calle. La presencia de habitantes de calle en sectores como San Bernardo, Santa Fe y El Amparo ha incrementado la percepción de inseguridad, y la falta de estrategias de acompañamiento social ha complicado aún más el panorama. Organizaciones y expertos en seguridad han insistido en que este fenómeno debe ser abordado desde un enfoque integral, que combine operativos policiales con políticas de inclusión social.

A pesar del panorama desafiante, hay expectativas de que el nuevo comandante logre implementar estrategias más eficaces y coordinadas. Los bogotanos exigen soluciones reales y una respuesta rápida ante el deterioro de la seguridad. Cristancho, con su experiencia operativa, tiene la tarea de liderar este proceso y demostrar que el cambio es posible en una ciudad que clama por seguridad y orden.

Inauguración a medianoche: La entrega anticipada del intercambiador de la 72 en Bogotá

A las 3:30 de la madrugada del lunes, de manera inesperada y sin la presencia del alcalde Carlos Fernando Galán, se habilitó parcialmente el intercambiador vial de la calle 72 con avenida Caracas. Esta obra, diseñada para mejorar la movilidad en el nororiente de Bogotá, estaba prevista para abrirse a primera hora de la mañana, pero su inauguración se adelantó varias horas.
 

Según fuentes cercanas a la Alcaldía, la decisión de cambiar el horario de habilitación respondió a la posibilidad de una protesta de residentes y comerciantes de la zona, quienes han expresado su descontento por los retrasos y afectaciones derivadas de la construcción. Aunque desde el Distrito negaron que la protesta haya influido en la decisión, la anticipación del evento evitó una coincidencia con la manifestación.

El intercambiador, que debió entregarse en octubre de 2024, sufrió varios retrasos debido a hallazgos arqueológicos, traslados de redes de servicios públicos y demoras del subcontratista, lo que llevó al consorcio chino Metro Línea 1 (ML1) a asumir directamente la obra. Finalmente, la apertura de los nuevos carriles permitió habilitar los pasos a desnivel de la calle 72 y tres conexiones clave: oriente-norte, oriente-sur y norte-occidente. Sin embargo, la conexión occidente-sur y las áreas peatonales aún están pendientes y se espera que estén listas antes del 30 de marzo.

El alcalde Galán reconoció la molestia de los comerciantes y reafirmó que el contratista ya había sido sancionado por incumplimientos previos en el proyecto del metro. Por su parte, Leonidas Narváez, gerente de la Empresa Metro de Bogotá, explicó que la entrega anticipada respondió a ajustes en el Plan de Manejo de Tránsito (PMT) para evitar congestiones y confusión en la mañana. Además, resaltó que aún hay trabajos pendientes y que las obras en la zona continuarán con la construcción del viaducto del metro.

Mientras la ciudad celebra un alivio en la movilidad, los comerciantes y residentes siguen esperando respuestas concretas sobre las compensaciones y soluciones a las afectaciones sufridas. La historia de este intercambiador, más allá de su inauguración anticipada, refleja las complejidades de la ejecución de obras públicas en Bogotá y los retos que enfrenta el megaproyecto del metro.

Bogotá abre convocatoria para operar comedores comunitarios en la ciudad

La Secretaría Distrital de Integración Social ha abierto un nuevo proceso competitivo para la operación de los comedores comunitarios en Bogotá, con el objetivo de