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ESTAMPIDA Y MERMELADA
EN EL CD II

Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
Ha causado mucha urticaria la columna anterior sobre el
tema.
Es menester entonces hacer algunas precisiones, aclaraciones y
rectificaciones para dejar más claro todo.
1. Diputado Durgues Espinosa.
Es hoy la figura más visible y el jefe natural del
partido CD en Risaralda, después que las Convenciones Municipales en las
que arrasó a los demás en todos los municipios con excepción de Santa
Rosa de Cabal, le dieran ese mandato.
Conformó una nueva directiva departamental.
Eso es lo que hay en la cancha y yo le cuento a mis lectores.
Naturalmente los enemigos de Durgues han salido a acusarme de
“idolatrarlo”.
Eso es falso y tonto.
Durgues ganó, va para la Cámara de Representantes en una estratégica
alianza con el Mira.
Pero por, sobre todo, votará para el Senado por un candidato del CD
Es su jefe máximo.
Punto.
2. El Alcalde Mauricio Salazar.
Aunque no voté por él, lo he acompañado desde el primer día, por ser un
ejecutivo conectado con su pueblo y sus necesidades.
¡Trabajador incansable!
Está molesto por el comentario político.
El poder enceguece, embrutece y empobrece dice el adagio popular.
Mi recomendación, la primera vez que nos conocimos fue, “haga un buen
gobierno y nada más.”
“¡No se desconcentre!”
“No se deje tentar por las veleidades dinásticas en las que cayó el
proyecto del Cambio de Gallo, Maya y Maicol, que terminó derrotado y en
un desastre, con Alcalde en la cárcel y Senador en grave acusación penal
por la Corte Suprema.”
Percibo que el Alcalde Salazar, está picado por esa veleidad de
construir desde la Alcaldía su imperio con dos aspirantes a la Cámara de
Representantes y su esposa aspirando al Senado de la República.
Hasta aquí no hay nada malo ni ilegal.
El problema en mi criterio, es que o se hace política o
se administra la ciudad.
Pero no se hacen bien las dos cosas al tiempo.
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Soy profesional en Administración, y
goberné esta ciudad.
Sé bien lo que estoy afirmando.
Y Mauricio Salazar recibió el mandato popular para administrar la
ciudad.
No para que hiciera política en la Alcaldía.
Parece que no he dicho nada equivocado.
La columna anterior es un llamado de atención para que la política no
enrede, confunda, desfigure o frustre las aspiraciones de sus
gobernados.
Esa política que empaña el parabrisas y no deja ver bien el camino.
Claro que la política está en todas partes alrededor del Estado.
Pero revolverla con la administración de mi ciudad Pereira, es un caldo
peligroso.
En el que termina ganando la política y perdiendo la administración.
Siempre ha sido así.
Si está molesto o no, me tiene sin cuidado.
Soy un observador y comentarista nada más.
Lo he admirado, y apoyado por que he visto en él, un trabajador muy
dinámico con criterios muy claros.
Y decisiones rápidas y firmes.
¡Sabe gobernar!
Así se lo he expresado en privado y en público.
Mi acompañamiento pues, no está ligado a puestos ni contratos ni nada de
esas cosas, como si lo está la compañía de todos sus aliados políticos.
Por eso mi recomendación es mucho más sana que la de cualquiera de sus
amigotes de la política.
Deseo lo mejor para él y para la ciudad que amo y alguna vez, goberné.
Y esa recomendación así le produzca molestia es más sana que el agua
limpia.
Entiéndalo así señor Alcalde.
Estaré con Usted en las buenas actuaciones y seré crítico de los
errores.
Va muy bien hasta hoy, y tiene una popularidad altísima.
Y esa la ha conseguido administrando.
No politiqueando.
¡No la contamine ahora!
3. Concejal Rodolfo Martínez.
Recibí una cordial llamada de él, aclarándome que ha apoyado al Alcalde
Mauricio Salazar sin ningún problema.
Eso es lícito y transparente.
Pero fue muy claro, en que no le va a vender su alma al diablo.
“No voy a tirar a la basura mi carrera política
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en Pereira, por unos puestos”,
puntualizó Rodolfo.
Hago pues esta aclaración y lo
celebro.
Rodolfo Martínez, concejal de Pereira
por el CD, seguirá firme con su partido y votará para el Senado por un
candidato de ese partido.
Clarísimo.
Era pues menester hacer estas precisiones ante las
distintas reacciones que causó la columna anterior sobre este tema.
¡Va jugando!
Mi País del Tinto #17

Por: Rubén Darío Varela Hurtado
La
manipulación de los medios de comunicación en mi País del Tinto
Desde hace algunos años la televisión colombiana empezó a
convertirse en un formato noticioso principalmente en los canales
nacionales como por ejemplo Caracol y RCN. Esta transacción se llevó a
cabo de una manera paulatina hasta la fecha en la que el formato
informativo predomina de manera más que evidente.
Actualmente en mi País del Tinto, recibimos información sin ánimo de
exagerar, 12 de las 24 horas del día. Los colombianos amanecemos con un
primer informativo a las 5: 30 a. m de una duración de por lo menos 3
horas, posteriormente el noticiero del medio día, boletín de noticias
que incluso dura más de las 3 horas.
En la noche a las 7: 00 p. m ambos canales, Caracol y RCN presentan los
informativos de la edición central y finalmente la última edición a las
11: 30 p. m. En síntesis, estamos bombardeados de información desde que
amanecemos hasta que nos acostamos. Quizás la población en general ha
notado esta cantidad de volumen informativo pero la mayoría de ellos tal
vez no han caído en cuenta del trasfondo o del mensaje implícito que
trae consigo esta cantidad abundante de información.
Esta cantidad abrumadora de información cuando se presenta de manera
reiterativa repercute en la vida diaria de los ciudadanos y moldea hasta
su forma de pensar y lo más grave es que la tendencia de los noticieros
es moldear esta influencia de manera negativa, haciéndonos ver una
realidad errónea, negativa y violenta de nuestro país.
Lo más triste de todo es que esta influencia generalmente se encuentra
orientada a privilegiar los intereses de particulares. Los colombianos
vivimos inmersos en una especie de “dictadura informativa” porque
nuestros principales canales nacionales se encuentran totalmente
parcializados, simple y llanamente porque son controlados por los dueños
y poderosos de este país.
Es una realidad que todos sabemos, pero callamos, un ‘cáncer
periodístico’ que ha causado mucho daño al país. No obstante, la buena
noticia es que la mayoría de los colombianos, ya tenemos clara esta
manipulación y es precisamente gracias a las redes sociales que hoy en
día, existen otros medios de comunicación alternativos para hacer
contrapeso a este tipo de manipulación.
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