El cerebro que desafió el tiempo: La asombrosa historia del único tejido humano convertido en cristal

Por ahora, este caso sigue siendo el único documentado de un tejido humano convertido en vidrio de forma natural. Sin embargo, los investigadores no descartan la posibilidad de encontrar otros ejemplos en Herculano o en lugares donde condiciones similares pudieran haber ocurrido.

Mientras tanto, el estudio de estos restos aporta piezas fundamentales al rompecabezas de la historia, recordándonos que la tragedia del Vesubio sigue revelando secretos inesperados, casi 2.000 años después de su furiosa erupción.

El Vesubio es sinónimo de tragedia y fascinación. Su erupción en el año 79 d. C. arrasó con las ciudades romanas de Pompeya y Herculano, dejando un rastro de destrucción y muerte. Sin embargo, a casi 2.000 años de aquel fatídico evento, la ciencia ha logrado revelar un hallazgo extraordinario: el cerebro de una de sus víctimas se convirtió en vidrio debido a las condiciones extremas de la erupción.

El descubrimiento se realizó en 2020, cuando los investigadores encontraron pequeños fragmentos negros y brillantes dentro del cráneo de un joven que pereció en Herculano. Por años, la hipótesis indicaba que podía tratarse de un cerebro fosilizado, pero el misterio de su formación permaneció sin respuesta. Ahora, gracias a avanzados análisis con rayos X y microscopios electrónicos, los científicos han determinado que el tejido cerebral pasó por un proceso de vitrificación, algo nunca antes documentado en restos humanos.

Un fenómeno sin precedentes

El hombre, de unos 20 años, se encontraba descansando en su cama dentro de un edificio conocido como Collegium cuando la tragedia lo alcanzó. El nuevo estudio indica que su cerebro fue expuesto a temperaturas de al menos 510 °C debido a la noción de una nube de ceniza ardiente que envolvió la ciudad. Posteriormente, el enfriamiento rápido de esta nube permitió que el tejido no se desintegrara por completo, sino que se cristalizara en una forma similar al vidrio.
 

El proceso de vitrificación es extremadamente raro en la naturaleza y requiere condiciones específicas de temperatura. Para que ocurra, el material debe ser calentado a una temperatura muy elevada y, después, enfriarse con suficiente rapidez como para evitar la cristalización