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China lanza
plan para estimular el consumo tras impacto de aranceles de
Trump
China ha anunciado un ambicioso plan para
fortalecer el consumo interno en respuesta a los efectos
económicos de los aranceles impuestos por el presidente de
Estados Unidos, Donald Trump. La estrategia, divulgada por la
agencia Xinhua, busca impulsar el gasto y reducir la dependencia
de las exportaciones para mantener el crecimiento económico.
El plan contempla medidas como el aumento de los ingresos de la
población, la implementación de subsidios para el cuidado
infantil y la ampliación de un programa de reciclaje de bienes
como automóviles y dispositivos electrónicos. Aunque la
propuesta es amplia, aún carece de detalles específicos sobre su
implementación y alcance.
El gobierno chino se ha fijado como meta un crecimiento
económico del 5 % para este año, cifra que solo podrá alcanzarse
con un incremento significativo en el consumo interno. Sin
embargo, la economía del país enfrenta varios desafíos,
incluyendo un bajo gasto de los consumidores, incertidumbre en
el mercado laboral y una prolongada crisis en el sector
inmobiliario. A esto se suma la escalada de la guerra comercial
con Estados Unidos, que recientemente duplicó los aranceles a
las importaciones chinas hasta un 20 %.
Como respuesta, Pekín impuso nuevas tarifas a productos
agrícolas estadounidenses, lo que intensifica la disputa entre
ambas potencias. A pesar de estos obstáculos, las cifras
oficiales reflejan un ligero repunte en las ventas minoristas,
que crecieron un 4 % en los primeros meses del año, superando el
3,7 % registrado en diciembre.
El gobierno chino también enfrenta el reto de la deflación, que
desincentiva el gasto de los ciudadanos ante la expectativa de
una caída mayor en los precios. En febrero, el Índice de Precios
al Consumidor cayó un 0,7 %, su nivel más bajo en más de un año.
Sin embargo, la producción industrial mostró señales de
recuperación, con un crecimiento del 5,9 % en los primeros meses
de 2025.
Con estas medidas, China busca estabilizar su
economía en medio de un entorno global desafiante, aunque
expertos advierten que la recuperación podría no ser sostenida a
largo plazo.
Israel
reanuda bombardeos en Gaza: Una tregua rota y un futuro incierto
La Franja de Gaza vuelve a ser escenario de
intensos bombardeos por parte de Israel. La tregua, que había
logrado mantenerse con dificultades desde enero, se rompió
abruptamente la madrugada del martes cuando aviones de combate
israelíes lanzaron una nueva oleada de ataques. La escalada de
violencia ha dejado más de 400 muertos en cuestión de horas,
según el Ministerio de Salud de Gaza, y pone en entredicho el
futuro del cese al fuego.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu,
no dejó dudas sobre la postura de su gobierno. "Esto es solo el
comienzo", declaró en un mensaje televisado, asegurando que los
combates continuarán hasta que se cumplan sus objetivos
militares. Su gobierno ha acusado a Hamás de rechazar las
propuestas para una nueva fase de negociaciones y ha dejado
claro que, de ahora en adelante, cualquier diálogo solo se
llevará a cabo "bajo fuego".
La tregua, mediada por Estados Unidos, Qatar y Egipto, había
permitido cierto alivio para los habitantes de Gaza, quienes,
tras meses de enfrentamientos, habían comenzado a regresar a sus
hogares. Sin embargo, incluso durante el cese al fuego, se
registraron ataques esporádicos que
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dejaron más de 140 víctimas. La
fragilidad del acuerdo quedó expuesta y, finalmente, se desplomó.
Desde el lado israelí, la reanudación
de los ataques también ha generado controversia. El Foro de Rehenes y
Familias Desaparecidas de Israel ha criticado la decisión del gobierno,
calificándola como una traición a los esfuerzos por liberar a más
rehenes en manos de Hamás. Asimismo, opositores a Netanyahu sugieren que
esta ofensiva podría ser un intento de desviar la atención de los casos
de corrupción que enfrenta el mandatario.
Las negociaciones de paz han sufrido un duro golpe. La primera fase del
acuerdo, que permitió la liberación de 33 rehenes a cambio de la
excarcelación de 1.900 prisioneros palestinos y la entrada de ayuda
humanitaria, debía dar paso a una segunda etapa en la que se discutiría
la retirada de las tropas israelíes. Sin embargo, este punto quedó en el
limbo. Israel endureció su postura al suspender la entrada de ayuda a
Gaza, lo que generó alarma internacional y dejó claro que el alto el
fuego no tenía garantías de continuar.
La última semana se llevaron a cabo reuniones en Qatar para intentar
salvar la tregua, con mediación de Estados Unidos. Se propuso un nuevo
esquema para extender la primera fase del acuerdo, permitiendo la
liberación de más rehenes sin comprometer la retirada militar. Sin
embargo, Hamás insistió en que no liberaría más cautivos sin garantías
de una desocupación israelí, lo que provocó un estancamiento en las
negociaciones.
La respuesta de Israel fue tajante. En los últimos días, su ejército se
ha estado preparando para una nueva ofensiva terrestre en Gaza. La
movilización de 40.000 reservistas y la difusión de mapas que ordenan la
evacuación de miles de gazatíes son señales de que la guerra entra en
una nueva fase. A esto se suma el regreso del partido ultraderechista
Poder Judío a la coalición de gobierno, lo que refuerza la línea dura de
Netanyahu.
En medio de la creciente tensión, las familias en Gaza intentan
sobrevivir a una nueva ola de ataques, mientras que en Israel, las
familias de los rehenes continúan exigiendo respuestas. El conflicto,
lejos de encontrar una salida negociada, parece encaminarse a un nuevo
capítulo de violencia sin un final claro a la vista.
Trump y Putin acuerdan
tregua de 30 días en Ucrania
En un movimiento inesperado, el presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, han acordado
una tregua de 30 días en los ataques a infraestructuras energéticas en
Ucrania. La decisión se tomó durante una conversación telefónica de casi
dos horas, en la que ambos líderes coincidieron en la necesidad de
avanzar hacia una paz duradera.
La Casa Blanca informó que la tregua energética es el
primer paso para negociar un alto el fuego más amplio, incluyendo
discusiones sobre la seguridad en el mar Negro y el fin definitivo del
conflicto. Según la declaración oficial, las negociaciones comenzarán de
inmediato en Medio Oriente.
El Kremlin también confirmó la tregua, asegurando que Putin respondió
positivamente a la propuesta de Trump y ordenó a las fuerzas rusas cesar
los ataques a las instalaciones energéticas en territorio ucraniano.
Desde Moscú, fuentes cercanas a la negociación calificaron la llamada
como "muy productiva".
La iniciativa llega en un momento crucial para Trump, quien ha prometido
en repetidas ocasiones poner fin a la guerra en Ucrania. Su cercanía con
Putin ha sido objeto de críticas, pero este acuerdo podría marcar un
avance en su estrategia diplomática.
Desde la administración estadounidense, el asesor de Seguridad Nacional,
Mike Waltz, y el secretario de Estado, Marco Rubio, han estado en
contacto con las delegaciones rusa y ucraniana para facilitar el
diálogo. No obstante, el escepticismo persiste, especialmente en Kiev,
donde el presidente Volodymyr Zelensky ha expresado dudas sobre las
intenciones rusas y la posibilidad de una paz real.
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Mientras tanto, Putin sigue firme en
su postura. Aunque ha aceptado la pausa en los bombardeos, insiste en
que Ucrania debe hacer concesiones, como detener la movilización de sus
tropas y frenar la llegada de armamento occidental. Estas exigencias han
generado reacciones encontradas en la comunidad internacional, que teme
que el alto el fuego sea solo una estrategia para dar un respiro a las
fuerzas rusas.
El acuerdo de tregua también ha
provocado tensiones en la política interna de Estados Unidos. Críticos
del gobierno de Trump consideran que esta pausa beneficia más a Rusia
que a Ucrania, y algunos legisladores han cuestionado si la
administración estadounidense está dispuesta a ceder demasiado en busca
de una solución rápida al conflicto.
Por ahora, la efectividad de esta tregua dependerá de la voluntad de
ambas partes para cumplir sus compromisos. La posibilidad de una reunión
en persona entre Trump y Putin en las próximas semanas también está
sobre la mesa, lo que podría definir el rumbo de las negociaciones. Sin
embargo, la incertidumbre persiste y el futuro de Ucrania sigue en
juego.
Venezuela advierte a
sus ciudadanos sobre los riesgos de viajar a EE.UU.
El gobierno de Venezuela emitió una alerta oficial para
sus ciudadanos este lunes, advirtiendo sobre los "riesgos y condiciones"
que podrían enfrentar en Estados Unidos. Según el comunicado de la
Cancillería, se ha observado un aumento en las medidas de control
migratorio y en políticas que consideran hostiles hacia los venezolanos.
En la declaración, Caracas señala que han documentado "detenciones
arbitrarias, deportaciones sin causa, confiscación de bienes y
documentos, así como tratos discriminatorios" por parte de las
autoridades estadounidenses. La advertencia surge en medio de tensiones
diplomáticas y tras la deportación de ciudadanos venezolanos a El
Salvador, donde fueron recluidos en el Centro de Confinamiento para
Terroristas (CECOT), una cárcel de máxima seguridad.
El presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez,
calificó estas acciones como "secuestros" y pidió a los venezolanos
evitar viajar a EE.UU. Aseguró que el gobierno de Maduro recurrirá a
mecanismos legales y contactos internacionales para garantizar el
regreso de los deportados y la protección de sus derechos humanos.
Por su parte, el gobierno de El Salvador respondió que cualquier país
que tenga inquietudes sobre el estado de sus ciudadanos detenidos debe
utilizar los canales diplomáticos correspondientes. Además, en un
comunicado enviado a medios de comunicación internacionales, señaló que
resulta irónico que el gobierno venezolano, señalado internacionalmente
por violaciones a los derechos humanos, critique la gestión de otros
países en materia penitenciaria.
Las deportaciones de venezolanos se han intensificado luego de que el
presidente de EE.UU., Donald Trump, invocara la Ley de Enemigos
Extranjeros, permitiéndole acelerar la expulsión de migrantes
supuestamente vinculados con el Tren de Aragua, una organización
criminal de origen venezolano. Washington anunció la detención de al
menos 300 personas de diversas nacionalidades bajo esta medida.
El Salvador recibirá 6 millones de
dólares de EE.UU. para albergar a los deportados, según confirmó su
presidente, Nayib Bukele. Este monto, según el mandatario, contribuirá
al sostenimiento del sistema penitenciario salvadoreño, cuyo presupuesto
anual ronda los 200 millones de dólares.
En medio de esta crisis migratoria, la líder opositora María Corina
Machado instó a las autoridades a evitar la criminalización de migrantes
inocentes y distinguir entre ellos y los verdaderos delincuentes.
Entretanto, la incertidumbre crece entre los migrantes venezolanos en
EE.UU., especialmente con la próxima expiración del Estatus de
Protección Temporal (TPS), lo que dejaría a cientos de miles en riesgo
de deportación.
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