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seguro puede marcar la diferencia entre ser o no la próxima víctima.

Abren inscripciones para la Beca de Comunicación Comunitaria 2025 en Bogotá

La Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD) anunció la apertura de postulaciones para la Beca de Comunicación Comunitaria 2025, una iniciativa que busca fortalecer los medios de comunicación comunitarios y alternativos en Bogotá. Con una inversión total de 750 millones de pesos, este programa apoyará a artistas, creadores, gestores culturales y organizaciones sociales que trabajan en la visibilización de sus comunidades.

Las inscripciones estarán abiertas hasta el 23 de abril de 2025, y los interesados podrán acceder a 30 estímulos económicos divididos en dos categorías. La primera, con 20 estímulos de 25 millones de pesos cada uno, está dirigida a medios comunitarios y actores sociales y culturales inscritos en el Directorio Distrital de Medios de Comunicación Comunitaria del IDPAC. La segunda, con 10 estímulos del mismo monto, está enfocada en medios alternativos emergentes y actores que no estén registrados en dicho directorio.

El secretario de Cultura, Recreación y Deporte, Santiago Trujillo, destacó la importancia de esta beca para la construcción de democracia en los barrios, resaltando el papel fundamental que desempeñan las emisoras, periódicos, pódcast y series digitales en la difusión de procesos culturales y sociales. "La comunicación no solo informa, sino que conecta a la comunidad con sus sentires y saberes, fortaleciendo lazos vecinales y fomentando el orgullo y la confianza entre los bogotanos", afirmó Trujillo.

Desde 2023, Bogotá cuenta con una Política Pública de Comunicación Comunitaria y Alternativa, cuyo objetivo es reconocer y respaldar el trabajo de quienes promueven estos procesos. Esta beca es una muestra del compromiso del Distrito con el fortalecimiento de los espacios de expresión local.

Los interesados pueden consultar los requisitos, bases de la convocatoria y el proceso de inscripción en la plataforma del Sistema de Convocatorias (SICON) de la SCRD. Las propuestas serán evaluadas por un grupo de jurados seleccionados a partir del Banco de Personas Expertas en comunicación y gestión cultural, garantizando la transparencia y equidad en la asignación de los estímulos.

El drama de conseguir medicamentos en Bogotá

Ángela Bautista madrugó el día de ayer más que de costumbre. A las 3:30 a. m. su despertador sonó y, sin dudarlo, salió rumbo al dispensario de medicamentos en Ciudad Bolívar. Su esperanza era encontrar al menos uno de los cinco fármacos que su madre, diagnosticada con alzhéimer, necesita para su tratamiento. Tras una espera agotadora, la respuesta fue desalentadora: "No hay". Sin rendirse, intentó en Kennedy y luego en Restrepo. El resultado fue el mismo. A las 10:20 a. m., frustrada y agotada, decidió irse a trabajar con el temor de que su madre se agrave.

Ángela no es la única que ha convertido la búsqueda de medicamentos en una rutina desgastante. En los dispensarios de la ciudad se repiten las mismas escenas: largas filas, madrugadas frías y la esperanza de que esta vez sí haya existencias. Ariel Ruiz, de 77 años, sufre de asma y necesita Salbutamol. Cada semana viaja desde Rafael Uribe hasta Antonio Nariño con la expectativa de encontrarlo, pero la respuesta siempre es negativa. "Mi fórmula se vence pronto, si no consigo el medicamento tendré que comprarlo o hacer otra cita médica para que me la renueven", lamenta.

El problema no distingue edades ni condiciones. Jenny Molina, quien necesita 15 medicamentos, ha visitado los dispensarios cuatro veces este mes sin éxito. "Siempre me dicen que vuelva la próxima semana. Ofrecen enviármelos a casa, pero llegan incompletos", cuenta. José Ricardo Saray, por su parte, ha esperado
 

durante meses por los medicamentos que sus hijas necesitan. "Cada visita es un desgaste emocional y físico. Mi hija mayor sufre de alergias y la menor requiere medicación psiquiátrica. No sé qué hacer", confiesa.

Geraldine García, que se desplaza desde Usme hasta Restrepo, ha tenido que gastar entre 300.000 y 500.000 pesos para suplir la falta de medicamentos de su madre, quien padece afecciones cardiacas y asma. "Desde el año pasado no le han entregado lo que necesita. Nos toca sacar dinero de donde no tenemos", dice con impotencia. María Carolina Rivera, otra ciudadana afectada, ya no se sorprende de tener que recorrer la ciudad. "Voy a Bosa, Kennedy, Restrepo y hasta Vergel para encontrar algo. Cuando no lo logro, simplemente me resigno", afirma.

Las denuncias de los ciudadanos han puesto en evidencia un problema que no es nuevo, pero que parece empeorar cada día. La falta de medicamentos en Bogotá ha sido reconocida por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y la Secretaría de Salud. El Ministerio de Salud ha emitido alertas e instado a la industria farmacéutica a acelerar la producción y distribución, pero las soluciones no llegan con la rapidez que requieren los pacientes.

Mientras tanto, los dispensarios han explicado su versión. Fenalco, como representante de las empresas distribuidoras, señala que la crisis se debe a una deuda acumulada del sistema de salud que supera los 4 billones de pesos. "Los pagos tardíos, sumados a demoras en los trámites de Invima y problemas en la cadena de suministro, han generado un desabastecimiento preocupante", explicó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco. También se mencionan la escasez de materias primas, las regulaciones de precios y los efectos de los recientes paros y bloqueos viales como factores que agravan la situación.

Por ahora, las soluciones parecen lejanas. Mientras las autoridades buscan salidas al problema, cientos de bogotanos seguirán recorriendo la ciudad con la esperanza de encontrar lo que necesitan. Para muchos, cada día sin medicamentos no solo representa un nuevo recorrido en vano, sino una amenaza para su salud y calidad de vida.

El racionamiento de agua en Bogotá podría continuar hasta que los embalses superen el 50 % de su nivel

Bogotá y sus municipios vecinos completan un año bajo racionamiento de agua, y aunque la posibilidad de levantar la medida parece cercana, la Corporación Autónoma Regional (CAR) recomienda prudencia. El alcalde Carlos Fernando Galán y la gerente del Acueducto, Natasha Avendaño, han expresado que en abril podría cesar la restricción, gracias a la recuperación de los embalses de Chingaza. Sin embargo, el director de la CAR, Alfred Ballesteros, señaló que la decisión no debe tomarse hasta que los niveles de agua sean lo suficientemente estables para garantizar el abastecimiento a largo plazo.

Actualmente, los embalses de Chuza y San Rafael alcanzan un 39 % de su capacidad, con 44 millones de metros cúbicos más que en 2024. A pesar de esta mejoría, Ballesteros advierte que la mayoría de los embalses aún presentan una tendencia descendente y que algunos, como El Sisga y Tominé, mantienen niveles preocupantes. El Sisga se encuentra al 58 %, pero con tendencia a la baja, mientras que Tominé apenas llega al 40 % y podría tardar más de tres años en llenarse por completo.

La CAR insiste en que la decisión de levantar el racionamiento debe basarse en evidencia técnica y no en precipitaciones esporádicas. "Aunque ha llovido intensamente en la ciudad, las microcuencas que abastecen los embalses no han recibido suficientes precipitaciones. Seguimos extrayendo alrededor de 17 metros cúbicos por segundo para el consumo, lo que equivale a cerca de un millón y medio de metros cúbicos diarios", explicó Ballesteros. Esto significa que, si las lluvias no compensan esta extracción, el problema persiste y los niveles de los embalses seguirán sin una recuperación sostenible.

Por ahora, la medida de racionamiento continúa mientras se monitorean los embalses y se espera un pronunciamiento de las autoridades distritales sobre la situación. La CAR insiste en que solo cuando los niveles superen el 50 % podría considerarse la posibilidad de suspender la restricción. Entretanto, el llamado a la ciudadanía sigue siendo el mismo: hacer un uso responsable del agua y no bajar la guardia en el ahorro del recurso.

Los barrios más inseguros para los conductores en Bogotá: Así operan los ladrones de carros

Cuando un conductor de una camioneta Toyota se vio rodeado por tres delincuentes en Castilla, Kennedy, no tuvo otra opción que entregar su vehículo. Afortunadamente, en este caso, la policía logró recuperarlo y capturar a uno de los responsables. Sin embargo, no todos los ciudadanos han corrido con la misma suerte.

Las cifras de la Policía Metropolitana de Bogotá revelan que, hasta el 19 de marzo, se han reportado 521 denuncias por hurto de vehículos, lo que representa una reducción del 46 % en comparación con el mismo período del año pasado. Aunque la estadística muestra una mejoría, el problema sigue presente en la capital.

Los barrios con más robos de carros

Gracias al seguimiento de las autoridades, se han identificado los sectores más afectados por este delito. Los barrios con mayor incidencia de hurto de vehículos son Castilla y Ciudad Kennedy (Kennedy), Galán y Ciudad Montes (Puente Aranda), Normandía (Engativá) y Madelena y Candelaria (Ciudad Bolívar). Estos sectores, en su mayoría residenciales, cuentan con calles cerradas, bahías y garajes expuestos, lo que facilita la labor de los delincuentes.

Según testimonios de uniformados que patrullan estas zonas, muchos ciudadanos dejan sus vehículos parqueados en la vía pública por comodidad o por unos pocos minutos, sin percatarse del riesgo. Este descuido ha sido aprovechado por los delincuentes, quienes han identificado patrones y modus operandi que les permiten actuar rápidamente.

Las marcas de carros más hurtadas

De acuerdo con la Policía, los modelos más robados en Bogotá son el Kia Picanto, el Chevrolet Spark y el Kia New Sportage LX. Estos vehículos, altamente comerciales, son desguazados en cuestión de horas y sus autopartes vendidas en el mercado negro.

Andrés Nieto, experto en seguridad, señala que el 60 % de los robos en la capital ocurren por "factor de oportunidad". Esto quiere decir que muchos automóviles son hurtados simplemente porque sus propietarios no toman medidas básicas de seguridad, como instalar alarmas, GPS o bloqueo central.

Golpes contra las bandas de ladrones

Las autoridades han intensificado los operativos y en el último mes lograron desarticular una estructura criminal responsable de al menos 15 robos de carros de gama media y alta. La banda operaba en horarios nocturnos y, en algunos casos, utilizaba la modalidad de "falso servicio" para engañar a conductores de plataformas de transporte.

Mientras la Policía sigue reforzando sus estrategias, también hacen un llamado a la ciudadanía para tomar precauciones y así reducir las oportunidades para los delincuentes. Asegurar el carro en un lugar