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firme hacia una transformación ambiental que impactará la calidad de vida de millones de personas.

Manifestaciones del Día del Trabajo se desarrollaron en calma en Bogotá

Las calles del centro de Bogotá se llenaron el 1 de mayo con miles de personas que salieron a marchar con motivo del Día Internacional del Trabajo. Desde temprano, la ciudad se preparó para una jornada que, aunque masiva, transcurrió en relativa calma. La principal concentración tuvo lugar en la Plaza de Bolívar, adonde confluyeron manifestantes provenientes de al menos cinco puntos de la ciudad.

Desde las primeras horas de la mañana se evidenció una alta participación, especialmente por la presencia de comunidades indígenas que adelantaron el inicio de las movilizaciones. La convocatoria del presidente Gustavo Petro a respaldar una consulta popular sobre la reforma laboral fue uno de los motores de la marcha. Aunque el proyecto fue archivado en el Congreso, el mandatario insistió en su viabilidad mediante mecanismos de participación ciudadana.

La Secretaría de Gobierno, encabezada por Gustavo Quintero, alertó sobre una situación inicial: la Plaza de Bolívar solo contaba con una ruta de evacuación habilitada. Sin embargo, tras una gestión inmediata, se despejó el paso bloqueado por vallas y se normalizó el flujo. Durante la jornada, más de 700 gestores de diálogo social y derechos humanos, junto a cerca de 1.700 uniformados, acompañaron las movilizaciones para garantizar la seguridad.

Hacia el mediodía, la Plaza de Bolívar ya estaba casi llena. Aunque la capacidad estimada es de unas 30.000 personas, se redujo por la instalación de la tarima desde donde el presidente ofreció un discurso de más de una hora y media. En su intervención, Petro reiteró que los congresistas que se opongan a la consulta popular no deberían aspirar a la reelección, lo cual generó múltiples reacciones en redes sociales y entre asistentes.

A pesar del desarrollo en paz, el balance no estuvo exento de episodios aislados. Según el alcalde Carlos Fernando Galán, un grupo de aproximadamente 30 personas vandalizó estaciones del sistema TransMilenio, entre ellas Primero de Mayo, San Diego y Policarpa. También se reportaron grafitis en algunos monumentos y locales comerciales.

En cuanto a la participación indígena, el secretario Quintero informó que varias comunidades expresaron su voluntad de regresar a sus territorios al finalizar la jornada. De hecho, hacia las cinco de la tarde ya se estaban movilizando buses con miembros del CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca). Otras delegaciones, como las alojadas en la Universidad Nacional, sostienen reuniones para definir su retorno.

El Distrito calificó como positivo el balance de las manifestaciones, destacando el comportamiento cívico de la mayoría de asistentes. El alcalde Galán resaltó que Bogotá sigue siendo ejemplo de movilización pacífica, donde se respetan tanto los derechos de quienes marchan como los de quienes no lo hacen.

Aumenta la desaprobación del alcalde Galán en medio de preocupaciones por la seguridad

La más reciente encuesta de Invamer, publicada esta semana, revela que la desaprobación del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, aumentó cinco puntos porcentuales desde febrero, alcanzando el 52 %. Esto lo posiciona como el segundo mandatario local con mayor desaprobación

en el país, solo superado por el alcalde de Cali, Alejandro Éder, con un 57 %. La aprobación de Galán, por su parte, cayó del 44 % al 42 %, reflejando un ambiente de creciente insatisfacción ciudadana.

Aunque el gobierno distrital ha reportado reducciones en varios indicadores de criminalidad, la percepción de inseguridad entre los capitalinos sigue al alza. Según la encuesta, el 49,6 % de los encuestados identifica la inseguridad como el principal problema de Bogotá, muy por encima de otras preocupaciones como la corrupción (9,6 %) o la salud (8,7 %).

Las cifras respaldan parcialmente esa percepción. La sensación de inseguridad subió del 58,3 % al 61,8 % entre febrero y abril, aunque hubo una leve disminución en quienes se sienten “muy inseguros”. Al mismo tiempo, aumentó marginalmente el número de personas que afirman sentirse seguras o muy seguras.

En el ámbito de los delitos, los homicidios continúan siendo un reto crítico. Las autoridades atribuyen el aumento en estos casos —casi seis de cada diez son producto del sicariato— a las operaciones contra estructuras criminales, aunque alcanzar la ambiciosa meta de Galán de reducir los homicidios a ocho por cada 100.000 habitantes para 2027 parece cada vez más lejano.

En contraste, los hurtos han mostrado una tendencia a la baja. La Policía reporta disminuciones importantes en delitos como el hurto a comercio (49 %), a residencias (32 %), a personas (35 %) y de automotores (41 %). A pesar de ello, la viralización de atracos violentos en redes sociales mantiene una sensación de inseguridad constante entre los ciudadanos.

Con más de la mitad de los bogotanos expresando su desaprobación, el alcalde Galán enfrenta el desafío de reconectar con la ciudadanía. La seguridad sigue siendo la prioridad y, aunque hay avances, los capitalinos parecen exigir resultados más visibles y sostenibles en su cotidianidad.

Bogotá y Cundinamarca se preparan para conocerse mejor con Encuesta Multipropósito 2025

El martes se dio inicio oficial a la Encuesta Multipropósito 2025, un ambicioso proyecto liderado por el DANE en colaboración con la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca y la Secretaría Distrital de Planeación. El propósito es claro: saber cómo viven realmente los habitantes de Bogotá y 21 municipios aledaños, para tomar decisiones más acertadas y enfocadas en cerrar brechas sociales.

Desde 2011, esta encuesta ha sido clave para entender las realidades de la capital. Sin embargo, esta nueva edición marca un hito: será la primera vez que el estudio se extienda con tanto detalle a nivel regional, incluyendo datos diferenciados en localidades, comunas y cabeceras municipales. Soacha, por ejemplo, contará por primera vez con cifras desagregadas en sus seis comunas urbanas, lo que permitirá trazar políticas más precisas.

Luis Lota, director de la Región Metropolitana, destacó que los datos representarán a más de 10 millones de personas, cerca del 20 % de la población nacional. “Contaremos con información georreferenciada y altamente desagregada, lo cual es esencial para decisiones públicas más acertadas”, afirmó.

La encuesta abordará temas clave como salud, educación, empleo, ingresos, movilidad, vivienda y percepción ciudadana. Estos datos permitirán calcular indicadores tan importantes como la pobreza, las necesidades básicas insatisfechas y la cobertura de servicios públicos.

Ursula Ablanque, secretaria de Planeación, resaltó la importancia de esta herramienta para entender las diferencias internas de la ciudad. “Es como hacer un ‘zoom’ que nos revela realidades ocultas dentro de las localidades”, explicó.

Con resultados previstos para 2026, esta edición de la Encuesta Multipropósito promete ser mucho más que una medición técnica: es un paso hacia una región más equitativa, donde las decisiones se tomen con base en datos reales y no en suposiciones. Una verdadera radiografía social que busca mejorar la vida de millones de personas.

Se firma convenio por $7,63 billones para la PTAR Canoas

Con la firma de una modificación al convenio 1832 de 2019 entre la CAR Cundinamarca y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), la capital del país dio el 30 de abril un paso trascendental hacia la recuperación ambiental del río Bogotá. El acuerdo garantiza una inversión de $7,63 billones —a precios constantes de 2023— para la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Canoas, considerada la más ambiciosa de su tipo en Colombia.

El anuncio revive una esperanza largamente aplazada para miles de bogotanos y habitantes de Soacha, pues esta planta tratará el 70 % de las aguas residuales de Bogotá y el 100 % de las de Soacha, convirtiéndose en una pieza clave del programa de saneamiento del río Bogotá. Se espera que la PTAR Canoas se ubique entre las tres más grandes de América

Latina y entre las quince más grandes del mundo, por lo que su impacto ambiental y social será de escala internacional.

Este proyecto no solo responde a una deuda ambiental de más de dos décadas, sino también a un mandato judicial. Desde 2004, mediante fallo de tutela, y más adelante en una sentencia ratificada en 2014, se ordenó a las autoridades avanzar en la descontaminación del río. La firma de este nuevo convenio representa un cumplimiento histórico a esa orden, y le da un nuevo impulso a las obras que ya se vienen ejecutando.

La EAAB ya ha adelantado importantes inversiones por más de $931.000 millones en interceptores y la estación elevadora de Canoas. Además, opera actualmente la PTAR Salitre, que procesa el 30 % de las aguas residuales de la ciudad.

En medio de un proceso que ha sufrido múltiples retrasos y obstáculos administrativos, la noticia también trajo otra buena nueva: se espera que la licitación para la construcción de la planta se reactive a finales de mayo. Cuatro consorcios ya están precalificados y competirán por la ejecución de este megaproyecto.

Entre ellos se encuentra el consorcio chino APCA Aguas Canoas, con amplia experiencia internacional en tratamiento de aguas residuales. También figura la Promotora del Desarrollo de América Latina, empresa mexicana vinculada al magnate Carlos Slim, conocida por operar grandes plantas en su país. La Unión PTAR de La Sabana, conformada por las españolas ACCIONA y SACYR, completa la lista junto al consorcio APCA PTAR Canoas, liderado por la firma francesa Veolia y la mexicana Mitsui.

Aunque todavía falta camino por recorrer, y persisten desafíos técnicos y administrativos, el convenio firmado marca un hito en la historia del saneamiento del río Bogotá. Con esta inversión asegurada y un proceso licitatorio en curso, la ciudad da un paso