Irán desafía las advertencias de Trump y reafirma su compromiso con el diálogo nuclear

En medio de una nueva escalada de tensiones, el presidente iraní Masoud Pezeshkian respondió con firmeza a los recientes comentarios del presidente estadounidense Donald Trump, asegurando que su país no teme las amenazas y continuará participando en las conversaciones nucleares.

“Estamos a favor del diálogo y no buscamos una guerra”, expresó Pezeshkian el sábado durante un acto en Bandar Abbas, un importante puerto del sur de Irán. “Pero tampoco retrocederemos en nuestros derechos legales”, subrayó, en clara referencia al derecho de su país a enriquecer uranio con fines pacíficos.

Las declaraciones surgieron luego de que Trump, durante su gira por Medio Oriente, advirtiera que Irán debía “moverse rápidamente” hacia un acuerdo con Estados Unidos o “algo malo va a pasar”. Aunque no especificó medidas concretas, la amenaza fue recibida con desdén tanto por el presidente iraní como por el líder supremo, el ayatola Alí Jamenei, quien calificó las palabras de Trump como “una vergüenza para la nación estadounidense”.

La cuarta ronda de negociaciones nucleares entre Washington y Teherán se llevó a cabo esta semana en Mascate, capital de Omán, y aunque ambas partes reconocen la dificultad del proceso, mantienen posturas enfrentadas. Mientras un alto funcionario del gobierno de Trump describió la reunión como “alentadora”, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní la tildaron de “difícil”.

El ministro iraní Abbas Araghchi negó además que su país haya recibido alguna propuesta formal de parte de Washington, desmintiendo a Trump, quien había asegurado que ya se había presentado una oferta concreta.

Araghchi fue enfático: “Irán no abandonará su derecho al enriquecimiento de uranio con fines pacíficos, un derecho que comparten todos los países firmantes del Tratado de No Proliferación”.

A pesar del ambiente cargado, ambas partes parecen mantener abierto el canal diplomático. Por ahora, el programa nuclear iraní sigue siendo el centro de una pulseada política cargada de simbolismo y desconfianza mutua, en la que el diálogo sigue vivo, aunque tambaleante.

El alemán Friedrich Merz, líder de la mayor economía europea, no se quedó atrás. "Esto no es solo una guerra contra Ucrania, es un ataque contra todo el orden europeo", sentenció. En la misma línea se expresó el presidente francés Emmanuel Macron, ideólogo del foro europeo, quien lideró los llamados a endurecer la postura ante Moscú si Putin persiste en su negativa al diálogo.

Incluso el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, históricamente más ambiguo frente al Kremlin, se sumó a las voces que consideran esta oportunidad como “histórica” para avanzar hacia la paz. Mientras tanto, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, criticó con dureza el papel de Rusia en las negociaciones y subrayó que “toda la presión está ahora sobre Putin”.

Quien brilló por su ausencia fue Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno español mantuvo un perfil bajo durante toda la jornada: no intervino en el plenario, evitó a la prensa y fue marginado de los principales actos, incluyendo un simbólico video generado por inteligencia artificial que mostraba a los líderes en versión infantil saludando al pueblo albanés.

Por su parte, el premier británico Keir Starmer fue enfático: “Si Rusia no se sienta a negociar, Putin debe pagar el precio”. Esa idea fue respaldada por un renovado llamado a la comunidad internacional —incluido el presidente Donald Trump— para que mantenga una postura firme ante la agresión rusa.

Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, también se hizo sentir. Desde sus redes sociales, recordó que su país está listo para avanzar hacia una paz real, pero que no aceptará condiciones impuestas. “Si los rusos no aceptan un alto el fuego total e incondicional, deben seguir las sanciones duras”, escribió.

El mensaje está claro: la paciencia de Europa con Putin se agota.

Hamás e Israel retoman negociaciones en medio de una nueva ola de bombardeos sobre Gaza

El sábado 17 de mayo comenzó con nuevos bombardeos aéreos que azotaron especialmente el norte del enclave palestino. “Desde la medianoche, hemos recibido a 58 mártires. La situación es catastrófica”, declaró Marwan al-Sultan, director del Hospital Indonesio en Gaza. Muchos cuerpos siguen bajo los escombros, mientras los equipos de emergencia trabajan sin descanso.

Khan Younis, Jabalia y otras zonas del enclave también fueron blanco de ataques. Según las autoridades locales, esta ofensiva es la más mortífera desde que se rompió el último cese al fuego en marzo. El ejército israelí anunció que estos operativos forman parte de la fase inicial de la operación “Carros de Gedeón”, cuyo objetivo declarado es la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás. Se ha informado de una fuerte movilización militar y ataques “a gran escala” como preparación para una ofensiva terrestre aún más profunda.

Pese a la escalada, las conversaciones en Qatar generan cierta expectativa. Taher al Nono, representante de Hamás, confirmó que el grupo palestino y delegados israelíes están negociando “sin condiciones previas”. Sin embargo, advirtió que aún no existe
 

Trump desafía a Walmart en medio de la creciente presión de los aranceles

La tensión entre el presidente Donald Trump y Walmart subió de tono el fin de semana que corre actualmente, luego de que el gigante minorista advirtiera sobre un aumento en los precios de sus productos debido a los elevados aranceles impuestos a las importaciones, especialmente las provenientes de China. Trump no tardó en responder, acusando a la compañía de "culpar a los aranceles" y exigiéndole que absorba el impacto económico en lugar de trasladarlo a los consumidores.

“Entre Walmart y China deberían ‘comerse los aranceles’ y no cobrar nada a los valiosos clientes”, escribió Trump en su red Truth Social, desatando una ola de reacciones. El mensaje coincidió con declaraciones similares del secretario de Comercio, Howard Lutnick, quien aseguró que las empresas “deben asumir el costo” de los aranceles.