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Rebeldes sirios
aprovechan debilidad de aliados iraníes para ofensiva
estratégica

En un movimiento inesperado que pone en jaque las
posiciones del régimen sirio y sus aliados, los grupos rebeldes
en el norte de Siria han lanzado una ofensiva sorpresiva que ha
resultado en la captura de unas 40 localidades y una base
militar clave. La operación, bautizada como “Disuasión de la
Agresión”, marca el enfrentamiento más significativo entre los
rebeldes y las fuerzas gubernamentales desde 2020, rompiendo el
frágil alto el fuego mediado por Rusia y Turquía.
La ofensiva llega en un momento en que el llamado “Eje de
Resistencia”, liderado por Irán, enfrenta una creciente presión
internacional y debilitamientos internos. Según los rebeldes, el
ataque busca responder a los recientes bombardeos del régimen de
Bashar al-Assad en la provincia de Idlib, que dejaron más de 30
civiles muertos. Los enfrentamientos también se enmarcan en un
contexto geopolítico complejo, donde los aliados de Irán, como
Hezbollah, han sufrido importantes pérdidas debido a la ofensiva
israelí en el Líbano.
Aprovechando un vacío estratégico
Analistas internacionales señalan que los rebeldes están
capitalizando el debilitamiento de Hezbollah, tradicionalmente
un pilar de apoyo militar para el régimen de Assad. Durante el
último año, el grupo extremista ha visto reducida su capacidad
operativa debido a los ataques israelíes, que han eliminado a
líderes clave y mermado sus recursos. Además, la atención de
Rusia se encuentra dividida por la guerra en Ucrania, mientras
que Turquía, aunque tradicionalmente aliada de ciertos grupos
rebeldes, busca evitar una escalada mayor en la región.
“La ofensiva rebelde no solo es un intento por
recuperar territorio perdido, sino también un reflejo de un
cambio en las dinámicas de poder en Siria”, explicó Nanar Hawach,
analista senior del International Crisis Group. Según Hawach,
los rebeldes han aprovechado la ausencia de una defensa
consolidada por parte de Hezbollah y el enfoque estratégico de
Irán en otros frentes, como su confrontación con Israel.
Impacto regional y respuesta internacional
El conflicto sirio, que ha devastado al país
durante más de una década, sigue siendo un campo de batalla para
intereses internacionales enfrentados. Irán ha mantenido una
fuerte presencia militar en Siria, utilizando el territorio como
una plataforma estratégica para proyectar poder en la región.
Sin embargo, la operación rebelde ha evidenciado las
vulnerabilidades del régimen de Assad y sus aliados.
El asesinato del general Kioumars Pourhashemi, un
alto asesor militar iraní, durante los combates en Alepo,
resalta la importancia de esta ciudad como un bastión
estratégico tanto para el régimen como para sus aliados. Alepo,
controlada por el gobierno desde 2016, ahora enfrenta una
renovada amenaza rebelde, lo que podría desencadenar una
respuesta contundente de las fuerzas gubernamentales y sus
socios internacionales.
Por su parte, Turquía ha intentado contener la situación,
alegando que una mayor escalada en Siria podría desestabilizar
aún más la región, ya marcada por las tensiones en Gaza y el
Líbano. Sin embargo, su influencia sobre los grupos rebeldes
parece limitada, especialmente ante la oportunidad percibida de
avanzar en un momento en que los aliados del régimen están
debilitados.
Un punto de inflexión
La situación en Siria podría estar entrando en una nueva fase.
Durante años, la intervención de Irán y Hezbollah ayudó al
régimen de Assad a recuperar el control de gran parte del país.
Sin embargo, el debilitamiento de estos actores y la presión
constante de Israel han cambiado las reglas del juego.
“Los rebeldes han demostrado que el régimen de Assad no es
invulnerable”, afirmó Hawach. “Si bien el éxito de esta ofensiva
dependerá de múltiples factores, incluidos los recursos y el
apoyo externo, este episodio es un recordatorio de que el
conflicto en Siria está lejos de resolverse”.
El futuro inmediato será crucial para definir las nuevas
dinámicas de poder en Siria. Mientras los rebeldes celebran sus
avances, el régimen y sus aliados probablemente redoblen
esfuerzos para evitar que las pérdidas territoriales se
conviertan en un cambio estratégico irreversible. Lo que está
claro es que, en el intrincado tablero geopolítico sirio, ningún
bando puede permitirse bajar la guardia.
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Lula reafirma su
compromiso con el acuerdo UE-Mercosur pese a oposición francesa

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva,
expresó su determinación de avanzar en la firma del acuerdo comercial
entre la Unión Europea y el Mercosur, pese a la resistencia liderada por
Francia. Durante un foro en Brasilia, Lula enfatizó que “quien decide es
la Comisión Europea” y no los países miembros individualmente,
destacando que espera concretar el pacto antes de finalizar el año.
Estas declaraciones se producen en un contexto de tensiones, luego de
que el parlamento francés votara mayoritariamente en contra del acuerdo,
respaldando la postura del presidente Emmanuel Macron. La oposición
francesa se centra en los posibles impactos para sus agricultores,
quienes temen una competencia desleal frente a los productos
sudamericanos, en particular de Brasil.
El conflicto también escaló en el ámbito comercial tras una polémica
desatada por Alexandre Bompard, presidente de Carrefour, quien declaró
que la cadena no vendería carne del Mercosur en Francia. Esto generó una
ola de críticas y un boicot en Brasil, que derivó en la suspensión de
entregas de carne a las tiendas del grupo en el país sudamericano.
Bompard intentó calmar las aguas con una carta de disculpa al ministro
de Agricultura brasileño, Carlos Fávaro.
El acuerdo UE-Mercosur, negociado desde 2019, sigue enfrentando
oposición de países como Francia, Italia y Polonia, presionados por sus
sectores agrícolas. No obstante, las negociaciones avanzarán la próxima
semana durante la cumbre del Mercosur en Montevideo, donde el bloque
buscará afianzar su posición frente a las resistencias europeas.
Lula reafirma que el pacto es clave para fortalecer las relaciones
comerciales entre los bloques, incluso en un escenario de desafíos
políticos y económicos.
Rusia intensifica ataques
masivos contra la infraestructura energética en Ucrania

En una nueva escalada de violencia, Rusia lanzó un
“ataque masivo” contra la infraestructura energética de Ucrania, dejando
a un millón de personas sin electricidad en medio de temperaturas
cercanas a los cero grados. Las ciudades de Odesa, Járkov, Rivne, Lutsk
y Kropynytskyi sufrieron explosiones que afectaron tanto la red
eléctrica como los sistemas de agua y calefacción, esenciales para la
población civil.
El ministro de Energía ucraniano, German Galushchenko, denunció que las
fuerzas rusas apuntaron nuevamente a objetivos clave, una táctica que
Kiev califica de “terrorismo energético”. Los ataques obligaron a
desconectar varias unidades de energía nuclear y generaron cortes
masivos en regiones como Kiev, Donetsk y Dnipro, según la empresa
energética DTEK. En Rivne, 280.000 habitantes quedaron sin electricidad,
mientras que en Lutsk, los esfuerzos se centraron en conectar servicios
básicos a fuentes de energía alternativas.
En Járkov, un ataque con misiles dañó edificios residenciales y
comercios, aunque no se reportaron víctimas. En Kiev, los restos de un
cohete impactaron una empresa en el distrito de Darnytskyi, causando
daños materiales. Por su parte, en Odesa, ciudad portuaria clave en el
mar Negro, también se registraron explosiones.
El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que sus fuerzas están
seleccionando nuevos objetivos en Ucrania, incluyendo posibles “centros
de toma de decisiones” en Kiev. Putin ha enfatizado el uso del misil
hipersónico Oreshnik, presentado como “imposible de interceptar” por las
defensas aéreas ucranianas. Esta arma fue utilizada por primera vez
contra Dnipro la semana pasada en respuesta al uso de misiles balísticos
ATACMS por parte de Ucrania en territorio ruso.
En tanto, Ucrania refuerza su capacidad
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defensiva con el apoyo de aliados
occidentales. El presidente Volodímir Zelenski firmará un presupuesto
histórico que destina recursos significativos a la producción y
adquisición de armamento, incluyendo drones y sistemas de defensa
modernos. Estados Unidos, por su parte, está preparando un paquete de
ayuda militar de 725 millones de dólares, mientras que países nórdicos,
bálticos y Polonia han prometido aumentar su respaldo en los próximos
meses.
Por otro lado, el conflicto continúa intensificándose en Crimea y Donbás.
Rusia afirma haber derribado 25 drones ucranianos durante la noche en
regiones fronterizas y ocupadas, además de avanzar en el este con la
toma de Nova Illinka, cerca de Kurajove. Ucrania, en cambio, ejecutó un
ataque coordinado en Sebastopol utilizando misiles y drones contra
objetivos militares clave.
Con el apoyo armamentístico occidental como columna vertebral, Kiev
busca resistir los embates rusos en un momento crítico del conflicto.
Mientras tanto, Moscú insiste en una negociación que incluya el
reconocimiento de sus términos como única vía hacia la paz. Sin embargo,
la estrategia rusa de desgaste continúa, marcando una difícil temporada
invernal para Ucrania.
Tensión diplomática: Trump
y Sheinbaum difieren sobre migración y aranceles

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y
la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvieron una conversación
telefónica que dejó en evidencia marcadas diferencias en torno a la
migración y el comercio entre ambos países. Aunque ambos líderes
describieron el diálogo como productivo, sus versiones sobre los
acuerdos alcanzados divergen significativamente.
Trump, quien asumirá la presidencia el próximo 20 de enero, calificó la
conversación como una "victoria" para los intereses de su país. Según
sus declaraciones en la red social Truth Social, Sheinbaum habría
accedido a detener el flujo migratorio a través de México y, en sus
palabras, "cerrar de manera efectiva nuestra frontera sur". Además,
destacó que se abordaron temas relacionados con el tráfico de drogas
hacia Estados Unidos.
Por su parte, Sheinbaum desmintió rotundamente esta interpretación. La
mandataria mexicana aseguró que su gobierno no planea cerrar fronteras,
sino fortalecer la cooperación entre países. “México se está haciendo
cargo de las caravanas de migrantes y reforzando la seguridad dentro del
marco de nuestra soberanía”, afirmó. También subrayó que discutieron
medidas para prevenir el consumo de fentanilo y mejorar la colaboración
bilateral en temas de seguridad.
La conversación ocurre en un contexto de tensiones comerciales
renovadas. Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% a México y
Canadá, socios del T-MEC, como parte de su estrategia para combatir la
inseguridad económica en Estados Unidos. Según el mandatario electo,
estas medidas fortalecerían la industria estadounidense y beneficiarían
a los consumidores locales. Sin embargo, Sheinbaum advirtió que tales
aranceles podrían destruir 400.000 empleos en Estados Unidos y encarecer
los productos para los consumidores.
En respuesta, la presidenta mexicana declaró que su país tomaría
represalias si se implementan los aranceles. “Si Estados Unidos sube sus
aranceles, México también lo hará”, afirmó, dejando claro que su
gobierno no cederá ante presiones unilaterales.
Las tensiones entre ambos países se producen en un momento en que los
cruces fronterizos irregulares han disminuido un 40% desde su máximo
histórico en diciembre pasado. Este descenso ha sido atribuido a medidas
implementadas durante la administración Biden, aunque Trump parece
adjudicarse el mérito de los resultados, incluso antes de asumir
nuevamente la presidencia.
El debate sobre migración y comercio se extiende más allá de América del
Norte. Trump ha anunciado que planea imponer un arancel adicional del
10% a las importaciones desde China, en un esfuerzo por mantener su
línea dura en política comercial. Estas medidas han sido criticadas por
economistas, quienes advierten sobre posibles repercusiones negativas
tanto en los precios de los productos como en las relaciones
internacionales.
Sheinbaum, mientras tanto, insiste en que las amenazas no resolverán los
problemas de fondo. “No es con aranceles ni amenazas como se atenderán
los fenómenos migratorios ni el consumo de drogas en Estados Unidos. Se
requiere cooperación y entendimiento”, señaló en una reciente
conferencia de prensa.
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