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EDITORIAL
La paradoja
de la información
En una sociedad hiperconectado,
la paradoja de la información se vuelve cada vez más evidente:
nunca antes habíamos tenido acceso a tanta información, pero
tampoco habíamos sido tan vulnerables a la desinformación. La
proliferación de noticias falsas, diseñadas para manipular la
percepción y alterar el debate público, representa un desafío
que no podemos ignorar.
Las noticias falsas no son solo un problema de precisión, sino
de impacto social. Su difusión responde a intereses específicos
y busca instalar narrativas que pueden influir en decisiones
políticas, económicas y hasta en la percepción de la realidad
misma. En este contexto, la verdad parece haberse vuelto
maleable, sujeta a la conveniencia de quien la manipula.
Uno de los factores que permite la propagación de la
desinformación es la tendencia humana a aceptar información que
refuerce sus creencias previas. Este fenómeno, conocido como
sesgo de confirmación, hace que las personas tiendan a compartir
contenido sin cuestionar su veracidad. A ello se suma el papel
de los algoritmos, que priorizan el contenido viral sobre el
contenido veraz, reforzando burbujas informativas que limitan el
pensamiento crítico.
Frente a este panorama, la educación en alfabetización digital
se convierte en una herramienta fundamental. No basta con
enseñar a las nuevas generaciones a consumir información; es
necesario capacitarlas para analizarla, contrastarla y entender
el contexto en el que surge. Aprender a verificar fuentes,
identificar manipulación en imágenes y detectar titulares
engañosos son habilidades esenciales en la era digital.
Además, es imprescindible fomentar el pensamiento crítico desde
la juventud. La capacidad de cuestionar la información y buscar
distintas perspectivas permite construir un criterio propio,
alejado de la manipulación. En este sentido, promover la
verificación cruzada y el consumo de fuentes diversas fortalece
la resistencia a la desinformación y evita la propagación
acrítica de contenidos dudosos.
La responsabilidad digital también juega un papel clave en este
proceso. Compartir información es un acto que conlleva
consecuencias, y es fundamental que cada usuario asuma la
responsabilidad de verificar antes de difundir. Generar
conciencia sobre el impacto que una simple publicación puede
tener en la percepción colectiva es un paso esencial para frenar
la expansión de noticias falsas.
No se trata solo de combatir la desinformación en el presente,
sino de sentar las bases para una sociedad más informada y menos
susceptible a la manipulación. La verdad no puede ser un
concepto relativo ni estar sujeta a los intereses de quienes
buscan imponer narrativas convenientes. Apostar por una
ciudadanía crítica y reflexiva es la mejor estrategia para
defender la integridad de la información y, con ella, la solidez
de la democracia misma.
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Patria, patriotismo,
antipatriota o des orgullo

Por: Zahur
Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com
Los pueblos en los comienzos de la historia
humana eran nómadas, no tenían arraigos territoriales, solo
buscaban el sustento por temporadas. Igual que los animales de
la naturaleza.
Rómulo y Remo establecieron la antigua Roma y en ella se
instituyeron leyes de pertenencia territorial y patria. Fue uno
de los grandes imperios humanos. Hemos visto cómo se han
construido estos y han finalizado. Pero el común denominador es
patria.
Latinoamérica ha sido un continente amorfo porque su identidad
original fue avasallada quedando como rueda suelta por décadas.
No hubo visión de futuro ni de patria solo saquear las riquezas
existentes y desaparecer con el botín. No se aprendió de la
historia ni se ha hecho nada. Se sigue saqueando como si el
fondo no existiera.
Simón Bolívar dijo en un momento que miraran al
norte, pero malinterpretaron lo que él quiso decir. Hoy esta
saqueado este continente sin piedad y la patria solo existe como
nombre en los carteles y los estamentos están tan corrompidos
que nadie está en el cadalso por tal vandalismo y el saqueo de
la patria. Remo murió por saltar el muro.
La gente huye de sus países porque no tienen patria, los
patriotas se quedan en ella porque la pueden saquear enarbolando
la bandera de nacionalismo. No hay orgullo de quienes gobiernan
y los que realmente aman y se sienten orgullosos, expresan ese
sentimiento mientras una mordaza les impide construir una patria
porque quienes están arriba tienen el poder.
Tenemos constituciones que son tratados de
derecho y se honra en ella a la patria pero no se defiende lo
que realmente se debería defender de quienes saquean el
patrimonio de toda una sociedad. Y esto nos convierte en
antipatriotas sin ese orgullo que se siente cuando nuestro
equipo de fútbol gana contra otro país.
Si no hay una unidad social sobre el valor de la patria y una
autonomía en el manejo del estado estaremos saqueados sin piedad
por los que no tienen respeto a esa patria que tanta gente ha
construido con esfuerzo y visión para que su familia tenga un
hogar donde sentirse orgullosos de esa bandera que es el símbolo
nacional.
De una nueva granada original hoy en día somos simplemente un
reguero de países que sobreviven porque la patria es grande pero
son más los asaltantes antipatriotas que nos hacen sentir como
si no existiera el orgullo nacional.
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SANCOCHO O ATOLLADO
Crónica #1068

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Audio:
https://youtu.be/mffciMRpb9g
Cuando Petro, pregonando el cambio, comenzó su
gobierno y equilibró las cargas del miedo tradicionalista
llevando a su gabinete a pesos pesados como José Antonio Ocampo,
Cecilia López y Alejandro Gaviria, el consejo de ministros era
automáticamente respetable.
En la medida en que sus ansias de hacer la
revolución desde el gobierno se le fueron frustrando hasta
llegar a declarar como lo hizo la semana pasada a El País de
Madrid, que se siente un fracasado en ese propósito, Petro fue
disminuyéndole el voltaje al gabinete y comenzó no a reemplazar
los fusibles que quemaba por otros del mismo voltaje sino por
los que le representaban compensaciones burocráticas para
aprobaciones en el Congreso.
El Consejo de Ministros se fue volviendo entonces
un sancocho de opciones y deslealtades, de ilusiones imprecisas
y de representatividades inconexas.
El caldo hirvió hasta que llegó el recalentamiento y de una
manera para muchos ingeniosa, para otros libreteada de antemano,
puso a sus ministros a trabajar en la reunión de gabinete
televisada.
El resultado no podía ser más estruendoso y así
haya servido de pretexto para replantear su composición a 15
meses del final de su mandato, todavía no se sabe si el plato
que ha quedado en la mesa es un atollado ginebrino con sabor a
contratos no firmados todavía o un arroz chino donde revuelven
desde salsas suaves como las de Patricia Duque a picantes
arrechos e inmanejables como Armandito Benedetti.
Es posible que haya acertado. Es probable que el chismerío
bogotano declare un receso para alimentarle la torpeza a la
derecha bobalicona.
Lo cierto es que si de acuerdo a las encuestas el problema más
grave para todos los colombianos es la seguridad, ha puesto a
frentearla a un militar capaz de haberles parado el macho a los
Danieles y de removerle as entrañas bugueñas a Ramiro Bejarano,
quien ya lo descalificó.
Pero habrá otros muchos a los que la presencia del general
Sánchez nos resulta motivo de esperanza.
El Porce, marzo 5 del 2025
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