Bogotá, Colombia -Edición: 769

 Fecha: Domingo 09-03-2025

Página 13

  

TECNOLOGÍA-CIENCIA

 

 

 

Athena: El desafortunado desenlace de la misión lunar de Intuitive Machines

 

 

 

 

sugirió que esto podría cambiar, ya que ahora están explorando la posibilidad de desarrollar satélites que puedan transmitir datos desde la Luna, lo que les permitiría diversificar su estrategia de exploración espacial.

 

Un camino lleno de desafíos

El aterrizaje en la Luna sigue siendo una tarea extremadamente difícil, incluso con los avances tecnológicos actuales. La Luna presenta una serie de obstáculos que complican cualquier misión: la falta de una atmósfera significativa, las variaciones extremas de temperatura y la dificultad para encontrar terrenos planos y seguros para el descenso.

 

La NASA y sus socios comerciales, como Intuitive Machines, continúan explorando formas de mejorar la precisión y seguridad de los aterrizajes. Una de las estrategias en desarrollo es la integración de tecnologías de navegación avanzada y sistemas de inteligencia artificial que permitan una mayor autonomía en la toma de decisiones durante la fase crítica del descenso.

A pesar de los desafíos, la exploración lunar sigue siendo una prioridad. La NASA ha apoyado el desarrollo de varias misiones privadas con el objetivo de establecer una presencia humana y comercial en la Luna, en preparación para futuras misiones a Marte. La agencia espacial ha dejado claro que está dispuesta a aceptar fallos en estas primeras etapas, siempre y cuando sirvan para mejorar y allanar el camino para futuros éxitos.

 

 

Intuitive Machines se encuentra en una encrucijada. Por un lado, sus misiones han demostrado ser técnicamente viables al lograr alunizajes en regiones inexploradas. Por otro, los fallos repetidos en la estabilidad de los módulos de aterrizaje han puesto en duda la confiabilidad de su tecnología. La empresa tendrá que evaluar si sigue adelante con su plan de misiones tripuladas a la Luna o si redirige sus esfuerzos hacia otro tipo de proyectos espaciales.

Athena pudo haber fallado en su misión principal, pero su legado puede servir para afinar los detalles de futuras misiones. En la exploración espacial, cada error es una oportunidad de aprendizaje. La pregunta ahora es si Intuitive Machines podrá convertir este revés en un trampolín para sus futuras misiones o si este fracaso marcará el comienzo de un replanteamiento en sus ambiciones lunares.

 

La misión del módulo de aterrizaje lunar Athena, de la compañía Intuitive Machines, ha llegado a un final abrupto y prematuro. Apenas un día después de haber logrado tocar la superficie de la Luna, el módulo se apagó definitivamente, tumbado de lado y sin posibilidades de recuperación. Este resultado ha sido un golpe para la misión, que pretendía realizar exploraciones científicas en el polo sur lunar y probar tecnologías clave para futuras expediciones.

Athena formaba parte de un esfuerzo ambicioso para llevar nuevas misiones comerciales a la Luna, apoyadas por la NASA a través del programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar. Su objetivo principal era operar durante al menos 10 días antes de la llegada de la noche lunar en Mons Mouton, una meseta a unos 160 kilómetros del polo sur lunar. Sin embargo, las imágenes capturadas antes de que se agotara la batería confirmaron que el módulo quedó inclinado de lado, limitando gravemente su capacidad operativa.

 

 

“Con la dirección del sol, la orientación de los paneles solares y las temperaturas extremadamente frías en el cráter, Intuitive Machines no espera que Athena se recargue”, declaró la empresa en un comunicado oficial. A pesar de ello, la compañía destacó que el módulo sí logró transmitir datos después del aterrizaje, convirtiéndose en la misión de alunizaje más meridional de la historia.

Un logro agridulce

Aunque la misión no transcurrió como se planeaba, Athena logró realizar ciertas tareas clave. El módulo de aterrizaje llevaba a bordo el conjunto de instrumentos PRIME-1 de la NASA, diseñado para buscar signos de agua en la Luna. Si bien no pudo perforar la superficie lunar como se tenía previsto, sí logró moverse y demostrar su capacidad mecánica en el entorno extremo del espacio.
 

Además, sensores a bordo del PRIME-1 detectaron elementos en la superficie lunar que, según la NASA, probablemente sean residuos de gases emitidos por el sistema de propulsión de Athena. Esto, aunque limitado, es un avance en la comprensión del entorno lunar y en la preparación de futuras misiones de exploración.

Joel Kearns, administrador adjunto de Exploración de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, resaltó la importancia de este tipo de iniciativas comerciales: “Permitir que las empresas estadounidenses lleven ciencia y tecnología a la Luna en nombre de la NASA produce resultados científicos y continúa el desarrollo de una economía lunar”.

 

 

Sin embargo, también reconoció la decepción por el desenlace de la misión. “Seguimos comprometidos a apoyar a nuestros proveedores comerciales a medida que navegan por la muy difícil tarea de aterrizar y operar en la Luna”, agregó.

Problemas en cadena

 

Athena no fue el único elemento afectado por los problemas del alunizaje. Lunar Outpost, una compañía con sede en Colorado, había enviado un pequeño rover de cuatro ruedas que debía desplegarse unas seis horas después del aterrizaje. No obstante, debido a la inclinación del módulo, este no pudo descender y quedó inutilizable.

 

El aterrizaje de Athena fue más complicado de lo esperado. Intuitive Machines reveló que el módulo terminó a unos 250 metros del sitio originalmente planeado, lo que sugiere que hubo complicaciones en la fase final del descenso. La compañía había señalado previamente que su objetivo era aterrizar dentro de un margen de 50 metros, pero el módulo terminó mucho más lejos.

Este incidente recuerda a la misión anterior de Intuitive Machines, cuando en febrero de 2024 su módulo de aterrizaje Odysseus también terminó de lado tras tocar la superficie lunar. A pesar de ello, Odysseus logró operar durante seis días, aunque sus antenas quedaron en una posición poco óptima que dificultó la transmisión de datos.

Un futuro incierto

A pesar de este revés, Intuitive Machines no ha descartado continuar con sus planes de exploración lunar. En los próximos 30 días, la compañía llevará a cabo un análisis exhaustivo de la misión, en un proceso conocido como “lavado en caliente”, para identificar qué salió mal y cómo pueden mejorar sus futuras misiones.

“Preparamos una serie de recomendaciones sobre lo que salió bien, lo que salió mal y lo que hay que arreglar para la próxima misión”, explicó Steve Altemus, CEO de Intuitive Machines.
 

La empresa tenía previsto lanzar una tercera misión de aterrizaje, denominada IM-3, dentro de un año. Sin embargo, Altemus

 

 

Página 13

 

© 2020-2025 - Noticias5 - La idea y concepto de este periódico fue hecho en  Online Periodical Format© (OPF) es un Copyright de ZahurK.

    Queda prohibido el uso de este formato (OPF) sin previa autorización escrita de ZahurK

LEA GRATIS NOTICIAS5 LIBRE DE PUBLICIDAD