Miles protestan en Seúl tras destitución del expresidente Yoon Suk-yeol

En medio de una persistente lluvia, miles de surcoreanos salieron el sábado a las calles de Seúl en defensa del expresidente Yoon Suk-yeol, un día después de que el Tribunal Constitucional lo destituyera por intentar imponer la ley marcial en diciembre pasado. “¡El juicio político no es válido!” y “¡anulen las elecciones anticipadas!” fueron algunas de las consignas coreadas por sus simpatizantes, muchos de ellos alineados con movimientos de derecha y figuras religiosas conservadoras.

El fallo del tribunal, unánime, puso fin a meses de incertidumbre y crispación política en Corea del Sur. Yoon, quien justificó su intento de ley marcial como una medida necesaria para combatir lo que calificó de “fuerzas antiestatales” y amenazas norcoreanas, ha sido acusado de socavar la democracia civil y de poner en riesgo la estabilidad nacional.

Entre sus seguidores, sin embargo, reina la indignación. “La decisión del tribunal destruyó la democracia libre de nuestro país”, expresó Yang Joo-young, de 26 años, con evidente frustración. Otros, como Park Jong-hwan, de 59 años, fueron más dramáticos: “Honestamente, creo que Corea del Sur está acabada... Parece como si ya estuviéramos en un estado comunista”.

A pesar de la tensión, otras zonas de la capital vivieron escenas de alivio y celebración. Abrazos, lágrimas y sonrisas marcaron la reacción de quienes veían en Yoon una amenaza a la democracia.

Las elecciones presidenciales anticipadas, convocadas para junio, tienen como favorito al líder opositor Lee Jae-myung, quien promueve un enfoque más diplomático con Corea del Norte. Mientras tanto, el país permanece dividido, con una ciudadanía polarizada que intenta digerir una crisis institucional sin precedentes.

Una jueza ordena el regreso de salvadoreño deportado por error al temido CECOT

Un tribunal federal en Maryland ordenó el viernes el regreso inmediato a Estados Unidos de Kilmar Armando Abrego-García, un inmigrante salvadoreño de 29 años que fue deportado por error a El Salvador y confinado en el temido Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una de las cárceles de máxima seguridad más duras de América Latina.

que trasladaron a más de 200 venezolanos y decenas de salvadoreños bajo una polémica operación migratoria.

El caso de Abrego-García no solo resalta fallas en el sistema migratorio estadounidense, sino también los riesgos que enfrentan los deportados. Según sus abogados, su vida corre peligro en El Salvador, un país donde fue injustamente vinculado con la banda criminal MS-13 por un informante en 2019. Aunque su deportación había sido suspendida por un juez, ICE lo detuvo en marzo, alegando un cambio en su estatus migratorio.

“Fue una expulsión ilegal”, concluyó la jueza Xinis, quien ordenó su retorno antes de la medianoche del 7 de abril. La familia del salvadoreño y la organización CASA, defensora de los derechos de los inmigrantes, han denunciado públicamente la injusta separación.

Jennifer Vásquez, esposa de Abrego-García y ciudadana estadounidense, rompió en llanto al relatar el impacto emocional en sus tres hijos. “Dos de ellos tienen autismo y el tercero epilepsia. Perdimos a nuestro pilar”, dijo.

El caso, que ha despertado alarma en círculos de derechos humanos, pone en tela de juicio la política migratoria de deportaciones rápidas sin debido proceso y las consecuencias humanas que deja a su paso.

Un video contradice versión israelí sobre la muerte de trabajadores humanitarios en Gaza

Un estremecedor video difundido el sábado pone en tela de juicio la versión oficial del ejército israelí sobre la muerte de más de una decena de trabajadores humanitarios palestinos en la Franja de Gaza. Las imágenes, grabadas desde el interior de uno de los vehículos del convoy atacado, muestran ambulancias claramente identificadas avanzando por una carretera al amanecer, con luces encendidas y señales de emergencia activadas.

El material, hallado en el teléfono del paramédico Rifaat Radwan —uno de los fallecidos—, muestra cómo el convoy se detiene junto a otro vehículo humanitario, cuando de repente comienza un intenso tiroteo. El video se interrumpe, pero el audio continúa durante varios minutos, captando la voz de Radwan repitiendo la “shahada”, una oración musulmana recitada ante la muerte. “Perdóname mamá, este es el camino que elegí, ayudar a la gente”, se le escucha decir, entre disparos.

Quince personas murieron en el ataque, entre ellos ocho miembros de la Media Luna Roja Palestina (MLRP), cinco de Defensa Civil y un trabajador de la ONU. Sus cuerpos fueron hallados días después en una fosa común en Rafah. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían asegurado inicialmente que se trató de una operación contra “terroristas” que avanzaban en vehículos sin luces hacia las tropas.

Sin embargo, el video contradice ese argumento. Las ambulancias sí tenían sus faros encendidos y estaban identificadas. Las FDI reconocieron el sábado que investigan el incidente y analizarán el video, aunque insisten en que el convoy habría sido utilizado por militantes de Hamás o la Yihad Islámica.

Medios internacionales como CNN obtuvieron los nombres de 14 de los fallecidos y ninguno coincide con el supuesto operativo de Hamás identificado por Israel como Mohammad Amin Ibrahim

La economía internacional ha entrado en una nueva fase de incertidumbre tras la entrada en vigor, desde el sábado, de un arancel del 10 % impuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la mayoría de países con los que su país mantiene relaciones comerciales. La medida, calificada por expertos como una de las más disruptivas desde la década de 1930, marca un giro abrupto en la política exterior estadounidense, luego de décadas de apertura progresiva.

Bajo el argumento de una “emergencia nacional” para reducir el déficit comercial, Trump ha impuesto esta tarifa adicional sobre cientos de productos importados, sin distinguir entre aliados y rivales. Aunque algunos sectores quedaron exentos —como la energía, los semiconductores y ciertos minerales estratégicos—, la medida abarca una amplia gama de bienes que impactarán tanto a consumidores como a exportadores.

A nivel internacional, la reacción ha sido inmediata. Países como China han anunciado represalias, elevando sus propios aranceles a productos estadounidenses en un 34 %, mientras que la Unión Europea, enfrentada a un aumento del 20 %, ha prometido responder con unidad y firmeza, aunque sin precipitarse. Francia y Alemania incluso han planteado la posibilidad de imponer impuestos a gigantes tecnológicos estadounidenses en represalia.

La decisión también ha generado preocupación por su posible impacto humanitario. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) criticó la inclusión de países extremadamente pobres y pequeños Estados insulares, cuyas exportaciones apenas tienen relevancia en el déficit estadounidense. “No contribuirán a generar ingresos ni a equilibrar la balanza”, advirtió el organismo.

Y mientras algunos territorios, como las islas francesas de Saint-Pierre y Miquelón, fueron retirados de la lista tras protestas y burlas internacionales, el golpe general ya está dado. Los mercados han reaccionado con nerviosismo: en solo 48 horas, las bolsas estadounidenses perdieron más de seis billones de dólares en capitalización, según datos del índice Dow Jones.

Trump, sin embargo, parece no inmutarse. En su red social Truth Social declaró: “¡Es un buen momento para hacerse rico, más rico que nunca!”. También presionó al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, para que baje las tasas de interés, a pesar de las advertencias del propio Powell, quien señaló que estas medidas traerán más inflación, menor crecimiento y aumento del desempleo.

El escenario está claro: el mundo entra en una nueva etapa de tensiones comerciales que promete ser tan incierta como impredecible.