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Irán y
EE.UU. retoman contactos nucleares bajo tensión y desconfianza
Un nuevo capítulo se abre en la tensa relación
entre Irán y Estados Unidos, con el inicio de conversaciones
"indirectas" para tratar el programa nuclear iraní. El sábado,
ambas delegaciones se encontraon en Omán, en un esfuerzo
diplomático que promete ser tan complejo como incierto. Desde
Teherán, el ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, afirmó que
se trata de “una oportunidad y una prueba”, asegurando que la
iniciativa ahora está en manos de Washington.
La novedad ha sido celebrada en medios iraníes
como un triunfo diplomático, pero no exenta de matices. La
prensa oficialista ha criticado duramente las declaraciones del
presidente estadounidense Donald Trump, quien afirmó que las
conversaciones ya comenzaron de forma “directa”. Irán insiste en
que el diálogo será únicamente indirecto, con Omán actuando como
intermediario, tal como ocurrió semanas atrás cuando facilitó el
envío de una carta del líder supremo Ali Jamenei en respuesta a
una misiva de Trump.
La desconfianza reina en el ambiente. Mientras las dos naciones
se preparan para lo que podría ser una nueva ronda de
negociaciones, las amenazas siguen presentes. Washington ha
intensificado su presencia militar en el océano Índico y Trump
no ha dudado en advertir que, si las conversaciones fracasan,
Irán enfrentará “bombardeos como nunca antes ha visto”. Por su
parte, Irán ha lanzado advertencias a los países del Golfo,
asegurando que responderá con dureza si colaboran con un
eventual ataque estadounidense.
El trasfondo es conocido: en 2015, Irán y seis potencias
firmaron un acuerdo que limitaba el programa nuclear iraní a
fines civiles. Sin embargo, en 2018, Trump retiró
unilateralmente a Estados Unidos del pacto, tildándolo de “el
peor acuerdo de la historia”. Desde entonces, Teherán ha
acelerado su enriquecimiento de uranio. Informes recientes del
OIEA alertan que Irán ya posee suficiente material para fabricar
varias bombas nucleares en poco tiempo.
A pesar de las tensiones, la diplomacia vuelve a asomarse. La
delegación iraní estará liderada por Araghchi, mientras que el
enviado especial de EE.UU. en Oriente Próximo, Steve Witkoff,
representará a Washington. Entre amenazas y gestos diplomáticos,
ambos países vuelven a tantear la posibilidad de un
entendimiento, conscientes de que el margen de error es mínimo y
el reloj diplomático avanza sin pausa.
China
promete resistencia total ante nueva escalada arancelaria de
EE.UU.
La tensión entre Estados Unidos y China ha
alcanzado un nuevo punto crítico, luego de que el gobierno de
Donald Trump anunciara un incremento del 50 % en los aranceles a
productos chinos a partir del 9 de abril.
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Desde Pekín, la respuesta fue tajante:
“China luchará hasta el final”, declaró el Ministerio de Comercio, que
acusó a Washington de ejercer una política extorsiva y de ignorar los
principios del respeto mutuo.
La guerra comercial entre las dos potencias no es nueva,
pero esta nueva ronda de aranceles ha encendido nuevamente las alarmas
en los mercados globales, donde ya se han perdido billones de dólares en
valor bursátil desde que comenzaron las tensiones. Trump, lejos de
moderar su postura, canceló reuniones con autoridades chinas y aseguró
estar más dispuesto a negociar con otros países, dejando claro su
objetivo de marginar a China del mercado estadounidense.
El impacto para Beijing es significativo: más de 400 mil millones de
dólares en exportaciones anuales hacia Estados Unidos están en juego. A
pesar de ello, el gobierno chino ha respondido con una estrategia que
busca contener el golpe interno. Empresas estatales han reforzado su
presencia en los mercados, se han anunciado recompras de acciones y el
banco central ha inyectado liquidez para sostener al fondo soberano que
interviene en la bolsa.
Además, el presidente Xi Jinping ha convocado a grandes empresas
privadas, como Trina Solar y Didi, para escuchar propuestas que ayuden a
amortiguar los efectos de la guerra comercial. Paralelamente, se han
promovido dos estrategias clave: trasladar producción a otros países y
expandir exportaciones hacia mercados no estadounidenses.
Desde el exterior, la reacción también ha sido de preocupación. La
presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llamó al primer
ministro chino para pedir una solución negociada y subrayó la necesidad
de proteger un sistema comercial basado en reglas. Europa teme que los
desvíos de comercio afecten su economía, si China redirige productos
hacia el continente.
A pesar del tono desafiante de ambos lados, China insiste en que desea
resolver las diferencias mediante el diálogo, siempre que se haga con
igualdad y respeto. “El derecho legítimo del pueblo chino al desarrollo
no debe ser negado”, afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores,
Lin Jian. Mientras tanto, el mundo observa con cautela una disputa que,
de no resolverse, podría tener repercusiones profundas en la economía
global.
Corte Suprema respalda
a Trump en deportaciones bajo una ley de 1798
La Corte Suprema de Estados Unidos dio el lunes un
espaldarazo clave a Donald Trump al avalar la deportación de migrantes
señalados de pertenecer a pandillas bajo una antigua ley de 1798. El
fallo permitió aplicar esta norma, invocada por el presidente tras
declarar a grupos como el Tren de Aragua y la MS-13 como organizaciones
terroristas globales.
En medio de un discurso de mano dura contra el crimen organizado, el
gobierno de Trump deportó el pasado 15 de marzo a más de 200 personas
—en su mayoría venezolanas— a una prisión de máxima seguridad en El
Salvador. Las imágenes de los detenidos encadenados y con la cabeza
rapada fueron difundidas como prueba de la eficacia del operativo. Sin
embargo, abogados de varios de los expulsados denuncian que sus
defendidos no tienen vínculos con pandillas, no han cometido delitos y
fueron perfilados por sus tatuajes.
La Corte levantó las restricciones que habían frenado las deportaciones,
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argumentando que el caso se presentó
en Washington pero afecta a migrantes detenidos en Texas. Aun así,
subrayó que los migrantes deben ser notificados y tener la oportunidad
de impugnar su expulsión. La decisión, aunque técnica, representa una
victoria política para Trump, quien celebró en su red Truth Social: “¡UN
GRAN DÍA PARA LA JUSTICIA EN ESTADOS UNIDOS!”
La jornada también trajo otra noticia
favorable para el mandatario: el máximo tribunal suspendió una orden que
obligaba al gobierno a repatriar a Kilmar Ábrego García, un salvadoreño
deportado por error. Pese a que había vivido legalmente en Estados
Unidos desde 2019, fue enviado junto a los demás a El Salvador. La
administración admitió el “error administrativo”, pero lo acusa de ser
pandillero y sostiene que puede ser expulsado “a cualquier otro lugar
del mundo”.
Mientras el caso sigue su curso, Ábrego García busca justicia. Un juez
federal advirtió que permitir al gobierno ignorar órdenes judiciales y
trasladar personas a prisiones extranjeras abre un camino hacia la
anarquía.
Zelenski denuncia
captura de soldados chinos combatiendo por Rusia en Donetsk
En un anuncio que podría tensar aún más el tablero
geopolítico internacional, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski,
afirmó el martes que las fuerzas ucranianas capturaron a dos ciudadanos
chinos que combatían junto a tropas rusas en la región de Donetsk. El
mandatario aseguró que Kiev exigirá explicaciones a Beijing, al tiempo
que pidió una reacción inmediata por parte de sus aliados occidentales.
“Tenemos los documentos, tarjetas bancarias y datos personales de estos
prisioneros”, dijo Zelenski a través de sus redes sociales, donde además
compartió un video de uno de los supuestos detenidos. El presidente
agregó que no se trata de un caso aislado: Ucrania tendría información
de que “muchos más ciudadanos chinos” estarían combatiendo en las filas
rusas.
La noticia ha puesto en entredicho la postura de neutralidad que China
ha intentado sostener desde que Rusia lanzó su invasión en febrero de
2022. Pese a que Beijing niega enviar apoyo letal a Moscú, es bien
conocida su cercanía política y económica con el Kremlin. De hecho,
miembros de la OTAN han calificado a China como un “facilitador
decisivo” del conflicto.
Kiev convocó el martes al encargado de negocios chino en su territorio
para exigir explicaciones. “Esto socava la credibilidad de China como
miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU”, declaró Andrii
Sybiha, funcionario de la Cancillería ucraniana.
Zelenski, visiblemente molesto, afirmó que el episodio es una prueba más
de que Vladimir Putin está dispuesto a cualquier cosa, menos a detener
la guerra. En paralelo, instó a Estados Unidos y Europa a tomar el hecho
con la seriedad que merece. “Los norcoreanos luchan contra nosotros en
Kursk, ahora vemos chinos en Donetsk. Es hora de discutir esto con
urgencia”, remarcó.
Aunque Ucrania ha buscado canales diplomáticos con China, incluso
nombrando recientemente un nuevo embajador en Beijing, este incidente
podría enfriar aún más los ya tensos vínculos entre ambos países. Las
implicaciones internacionales aún están por verse, pero el hallazgo
promete reconfigurar varios frentes del conflicto.
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