|
Cuba devuelve a prisión a los
opositores Ferrer y Navarro

En un giro que ha provocado indignación dentro y fuera de Cuba,
el régimen de La Habana revocó el lunes la libertad condicional
de los reconocidos opositores José Daniel Ferrer y Félix
Navarro, devolviéndolos a prisión. Ambos habían sido
excarcelados en enero como parte de un acuerdo con Estados
Unidos, mediado por el Vaticano, en el que se prometía la
liberación de más de 500 presos a cambio de reconsiderar la
inclusión de Cuba en la lista de países promotores del
terrorismo.
Sin embargo, la decisión de las autoridades judiciales cubanas,
que acusan a Ferrer y Navarro de haber incumplido las
condiciones impuestas, ha generado un amplio rechazo. El
Tribunal Supremo Popular argumentó que Navarro abandonó su
municipio sin autorización en varias ocasiones y que Ferrer no
se presentó ante el juez en dos oportunidades. No obstante, las
organizaciones de derechos humanos denuncian que el trasfondo de
esta decisión es político.
Maricela Sosa Ravelo, vicepresidenta del Tribunal, aseguró que
las revocaciones “tienen sustento legal” y que los detenidos
continuaban promoviendo el “desacato” a las autoridades desde
sus redes sociales y espacios públicos. Pese a ello, aclaró que
estos comportamientos no fueron la causa oficial de su regreso a
prisión.
La organización Amnistía Internacional calificó la situación
como “gravísima”. Su investigadora para el Caribe, Johanna
Cilano, denunció que tanto Ferrer como Navarro fueron objeto de
constantes amenazas y persecución tras su salida. “Han mantenido
su compromiso con la libertad pese al acoso continuo”, señaló.
Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), fue
arrestado nuevamente junto con varios allegados, incluidos
miembros de su familia y activistas. Navarro, de 72 años y con
problemas de salud, cumplía una condena de nueve años por
delitos vinculados al activismo político. Ferrer, por su parte,
enfrenta una pena de cuatro años y medio.
La organización Prisoners Defenders advirtió que el retorno a
prisión coincide con un aumento de la represión. Solo en abril,
se reportaron más de 350 detenciones en torno a las actividades
humanitarias que Ferrer desarrollaba en Santiago de Cuba.
Ambos líderes habían declarado su intención de seguir luchando
por el cambio democrático en la isla. Ahora, vuelven a hacerlo
tras las rejas.
Mark Carney lidera un giro histórico
para el liberalismo en Canadá
En un giro político sin precedentes, Mark Carney ha llevado al
Partido Liberal de Canadá de las ruinas a la victoria en apenas
siete semanas. El exbanquero central, que debutó en la política
a principios de marzo tras ganar unas primarias internas, se
convirtió el lunes en primer ministro electo tras imponerse en
unas elecciones federales decisivas, marcadas por el auge del
nacionalismo y la inesperada intervención del presidente
estadounidense Donald Trump.

Carney, un outsider sin historial político, logró revertir una
desventaja de 25 puntos en las encuestas en tiempo récord. Su
ascenso ha sido impulsado menos por un
fervor liberal y más por una mezcla de
|
|
rechazo a las amenazas de Trump, miedo a una
posible anexión estadounidense y una llamada urgente a la unidad
nacional. “Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros
recursos, nuestro país. Eso no va a ocurrir. Jamás ocurrirá”,
proclamó Carney en un emotivo discurso tras conocer su victoria.
El resultado de las urnas sorprendió incluso a los más
optimistas. Los liberales pasaron de 153 a 168 escaños, y aunque
no alcanzaron la mayoría absoluta, podrán formar gobierno con el
apoyo del NDP, que sumó 7 bancas más. Es una coalición frágil,
pero suficiente para dar estabilidad inicial al nuevo gobierno.
La reacción inmediata del líder conservador Pierre Poilievre
—quien no logró conservar su propio escaño— fue de respeto
institucional, aunque advirtió que su partido seguirá ejerciendo
una oposición firme.
La campaña de Carney, basada en su experiencia como gestor de
crisis económicas, contrastó con la de Poilievre, que se
perfilaba como favorito tras el desgaste del gobierno de Justin
Trudeau. Sin embargo, el tono tibio del conservador ante las
provocaciones de Trump —quien sugirió que Canadá debería
convertirse en el estado número 51 de EE.UU.— terminó por
volverse en su contra. El electorado canadiense, enfrentado a
una amenaza externa inédita, se movilizó en masa en defensa de
su soberanía.
Lejos de ser un cheque en blanco a las políticas liberales, el
resultado refleja un voto cargado de orgullo y resistencia. No
hubo entusiasmo generalizado por propuestas ambientales o
sociales; lo que prevaleció fue la defensa del modelo canadiense
frente a la presión estadounidense. Carney entendió este
sentimiento y supo canalizarlo con un discurso sereno, pero
firme.
Ahora, el nuevo primer ministro deberá afrontar una realidad
compleja. En menos de dos semanas se espera la conformación de
su gabinete y la presentación de un presupuesto que incluya la
prometida rebaja de impuestos a la clase media y medidas para
reforzar el mercado interno. Además, Carney anunció que buscará
renegociar con Trump un acuerdo comercial que evite la entrada
en vigor de nuevos aranceles el próximo 3 de mayo.
“Estamos en un momento crucial de nuestra historia”, afirmó
Carney. “Nuestra antigua relación con Estados Unidos ha
cambiado. Debemos cuidarnos a nosotros mismos y, sobre todo,
cuidarnos los unos a los otros”. Su victoria, más que una
celebración liberal, parece ser más una declaración de
resiliencia nacional.
España y Portugal emergen lentamente del apagón más grave en su
historia reciente

Una desconexión súbita e inexplicable dejó a millones de
personas en España y Portugal sin electricidad durante más de
doce horas el lunes, en lo que ya se considera uno de los
apagones más graves en la historia reciente de la península
ibérica. Aunque la luz ha regresado casi en su totalidad, las
preguntas sobre lo ocurrido siguen sin respuesta.
Todo comenzó a las 12:33 p. m., hora local. En cuestión de
segundos, la red eléctrica de España perdió 15 gigavatios de
energía —el 60 % del consumo en ese momento—, provocando un
colapso total del sistema. La caída arrastró consigo las
conexiones con Francia y dejó en penumbra a ciudades enteras.
Portugal, que depende parcialmente del suministro español, quedó
igualmente paralizado.
Los efectos fueron inmediatos: trenes detenidos, metros
clausurados, semáforos apagados, comercios cerrados y aeropuertos con
vuelos cancelados. En Lisboa, Madrid, Barcelona y otras grandes urbes,
la vida urbana se interrumpió con una brusquedad que recordó las
fragilidades ocultas de las infraestructuras modernas. Policías
dirigiendo el tráfico con señales
|
|
manuales se volvieron una escena común, mientras que los
hospitales activaban generadores de respaldo.
A medianoche, España había logrado restablecer el 61 % del
servicio, que llegó al 99,95 % hacia las 7:00 a. m. del martes.
Portugal avanzó más lentamente, alcanzando el 80 % de cobertura
tras casi 24 horas a oscuras. Las telecomunicaciones también se
vieron gravemente afectadas, aunque las conexiones ferroviarias
de alta velocidad han comenzado a normalizarse.
Aún no hay una causa clara. El presidente del Gobierno español,
Pedro Sánchez, ha descartado un exceso de producción renovable,
pero no ha excluido otras hipótesis. Ha solicitado un informe
independiente a Bruselas y creado una comisión de investigación.
Las autoridades españolas de ciberseguridad y el Tribunal
Supremo investigan si pudo tratarse de un ciberataque o
sabotaje.
En Portugal, el primer ministro Luís Montenegro también exigió
una auditoría a la Unión Europea. La tensión entre los dos
gobiernos es evidente, mientras millones de ciudadanos aún
tratan de comprender cómo, en plena era digital, una falla de
segundo y medio pudo poner en pausa a toda una península.
Mueren decenas de migrantes africanos en ataque aéreo de EE.UU.
en Yemen

Una tragedia golpeó nuevamente a Yemen. Al menos 68 migrantes
africanos perdieron la vida y otros 47 resultaron heridos tras
un bombardeo atribuido a Estados Unidos sobre un centro de
detención en la provincia de Saada, al norte del país. El
recinto, ubicado en territorio controlado por el grupo rebelde
hutí, albergaba a más de un centenar de personas, en su mayoría
de origen etíope.
El ataque ocurrió de madrugada, cuando los migrantes dormían,
según testigos. “Nada más. Estábamos dormidos y de repente todo
explotó”, relató uno de los heridos a la televisión Al Masirah,
dirigida por los hutíes. Las imágenes difundidas por el canal
muestran cuerpos calcinados y estructuras completamente
destruidas.
Estados Unidos, a través del Comando Central (Centcom),
reconoció estar al tanto de los reportes sobre víctimas civiles
y aseguró que ha iniciado una investigación para determinar las
causas y consecuencias del bombardeo. Aunque el gobierno
estadounidense ha intensificado sus ataques en Yemen desde
marzo, asegurando haber golpeado a más de 800 objetivos hutíes,
este incidente ha desatado fuertes cuestionamientos.
Desde el lugar de los hechos, Ibrahim Cabdulqaadir Macallin,
presidente de la comunidad somalí en Yemen, calificó lo ocurrido
como “trágico y horrible”. Afirmó que no todos los cuerpos
pudieron ser identificados y que, por fortuna, algunos migrantes
habían sido trasladados días antes, evitando una tragedia aún
mayor.
Las autoridades hutíes han condenado el ataque y lo califican
como un “crimen de guerra”, argumentando que el centro no tenía
ninguna conexión militar. La Organización Internacional para las
Migraciones expresó su profunda tristeza y se declaró lista para
brindar asistencia, al tiempo que pidió proteger a los civiles
en cumplimiento del derecho internacional.
Mientras tanto, la violencia no se detiene. Otras ocho personas
murieron en bombardeos sobre Saná, la capital yemení, también en
manos de los hutíes. Yemen sigue siendo un destino trágico para
miles de migrantes del Cuerno de África que, en busca de trabajo
en Arabia Saudita, atraviesan un país asolado por la guerra.
La comunidad internacional exige respuestas. Las imágenes desde
Saada reflejan una de las caras más crudas del conflicto yemení:
la de quienes no participan en la guerra, pero terminan
atrapados en su violencia.
|
|