Bogotá, Colombia -Edición: 794

 Fecha: Miércoles 07-05-2025

 

 

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JUDICIAL

 

 

 

Ataque sicarial frente a la Universidad de Antioquia deja dos muertos y un herido

 

 

El bullicio habitual del mediodía en las afueras de la Universidad de Antioquia, en el centro de Medellín, fue interrumpido por una ráfaga de disparos que sembró el terror entre estudiantes y transeúntes. El hecho violento, ocurrido el martes 6 de mayo, dejó un saldo de dos personas muertas y una más herida.

El ataque ocurrió hacia las 12:30 del día, en plena avenida Barranquilla, a la altura del barrio El Chagualo. Testigos aseguran que una motocicleta con dos ocupantes se acercó a una camioneta que esperaba el cambio de semáforo. Sin mediar palabra, el parrillero desenfundó un arma y disparó en repetidas ocasiones contra el conductor del vehículo.

La víctima fue identificada como John Jairo Mazo Paniagua, quien falleció en el lugar producto de los múltiples impactos de bala. Las autoridades no tardaron en acordonar la zona, justo frente a una de las entradas principales de la universidad, mientras miembros del CTI realizaban el levantamiento del cuerpo y recolectaban evidencias.

Pero la violencia no se detuvo allí. Una mujer que cumplía sus labores de limpieza en el sector, Flor María Mosquera Gamboa, fue alcanzada por una de las balas. Herida de gravedad, fue trasladada al Hospital San Vicente Fundación, donde lamentablemente murió minutos después, antes de recibir atención quirúrgica.

El tiroteo también dejó herido a un mecánico de 50 años que pasaba por la zona, quien recibió un disparo en la pierna. Aunque su estado es delicado, los médicos indicaron que no corre peligro vital.

Mientras los sicarios escapaban en la motocicleta sin dejar rastro inmediato, el pánico se apoderaba de quienes presenciaron la escena. Autoridades manejan como principal hipótesis un homicidio por encargo, donde Mosquera habría sido una víctima colateral de un ataque dirigido.

La comunidad universitaria exigió mayor presencia de seguridad en la zona, que ha sido escenario de varios episodios violentos en el último año.

 

Procuraduría investiga al ICBF por presunta negligencia en escándalo de abuso infantil en Bogotá

 

 

Una ola de indignación ha sacudido a la capital del país tras la revelación de presuntos casos de abuso sexual cometidos contra varios menores de edad en el Jardín Infantil Parques de Canadá, adscrito al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), ubicado en la localidad de San Cristóbal. La gravedad de los hechos llevó a la Procuraduría General de la Nación a abrir una indagación disciplinaria contra el ICBF, con el propósito de esclarecer responsabilidades y determinar si hubo omisiones o negligencia por parte de sus funcionarios.

La investigación fue anunciada el martes 6 de mayo mediante un comunicado oficial en el que el Ministerio Público expresó su intención de identificar a los presuntos responsables, directos o indirectos, de garantizar la seguridad y el bienestar de los niños a su cargo. En ese contexto, se realizarán inspecciones disciplinarias, revisión de contratos y análisis de las hojas de vida del personal vinculado al jardín.

“Es inconcebible que en un espacio destinado al cuidado y protección de los niños se presenten estos hechos tan aberrantes. No vamos a permitir que queden impunes”, afirmó una fuente de la Procuraduría. Para este proceso, se ha designado un agente especial que

 

 

 

intervendrá tanto en el proceso penal como en los procedimientos administrativos para el restablecimiento de los derechos de las víctimas.

 

La indignación estalló el lunes anterior, cuando un grupo de padres de familia realizó un plantón frente a la institución, denunciando públicamente los abusos. En medio del dolor y la rabia, los acudientes relataron cómo sus hijos, de entre dos y tres años, les contaron lo que vivieron. Todas las acusaciones apuntan a un funcionario identificado como Freddy Castellanos, quien habría abusado de varios menores bajo su cuidado. Castellanos fue capturado en la mañana del martes, aunque los padres cuestionan por qué no se actuó antes.

 

“Nos dijeron que no podíamos entrar al baño con nuestros hijos, que debían aprender solos. Pero a él sí lo veían entrar. ¿Por qué no lo impidieron? ¿Por qué no hicieron nada cuando les contamos lo que estaba pasando?”, expresó entre lágrimas una madre que tiene a su hijo hospitalizado por secuelas físicas del presunto abuso.

 

Según el ICBF, actualmente se reconocen formalmente tres casos: uno confirmado y dos en investigación. No obstante, los padres denuncian que al menos ocho menores han sido víctimas y hay más por confirmar. Frente a esta situación, la institución cerró de manera preventiva el jardín infantil y ofreció acompañamiento psicosocial a las familias afectadas, además de reubicar a los niños en otras unidades de atención.

La directora del ICBF, Astrid Cáceres, aseguró que se adelantarán las actuaciones disciplinarias necesarias para determinar si los funcionarios públicos actuaron de acuerdo con los protocolos establecidos. Sin embargo, el silencio de la coordinadora del plantel y la supuesta omisión ante las primeras alertas aumentan la desconfianza entre los familiares de las víctimas.

Este caso no solo reabre el debate sobre la seguridad en los jardines infantiles, sino también sobre la capacidad de las instituciones del Estado para reaccionar de forma oportuna ante denuncias tan graves. Por ahora, las familias claman justicia, mientras la Procuraduría y la Fiscalía continúan con las investigaciones.

 

El oro ilegal colombiano alimenta un mercado global en 11 países, alerta el Ministerio de Defensa

 

La minería ilegal de oro en Colombia sigue siendo una poderosa fuente de ingresos para redes criminales que operan dentro y fuera del país. Así lo advirtió el Ministerio de Defensa, al revelar que el metal extraído ilícitamente en territorio nacional tiene como destino al menos 11 países, incluidos Estados Unidos, Emiratos Árabes, China, Suiza, India, España, Turquía, Panamá y Brasil.

 

El anuncio lo hizo la viceministra para las Políticas de Defensa y Seguridad, Juliana Coronado, durante el último consejo de ministros, en una intervención que puso sobre la mesa la magnitud del problema. Según datos de la Policía Nacional, actualmente hay 306 municipios en 23 departamentos afectados por esta práctica ilegal. Aunque se reportó una reducción del 5 % frente al año anterior, el impacto sigue siendo crítico.

Lo más preocupante es que el oro sale del país mediante rutas aéreas, terrestres y fluviales, muchas veces oculto en forma de joyas o lingotes dentro de maletas, con destino a mercados donde alcanza precios récord. En Colombia, un kilo de oro puede costar unos 420 millones de pesos, mientras que en Estados Unidos se comercializa por cerca de 93.000 dólares.

Coronado también destacó que dentro del país operan al menos 185 casas de compraventa de oro, de las cuales 19 estarían vinculadas directamente al lavado del metal extraído ilegalmente. “Estas organizaciones utilizan a mineros artesanales como fachada, disfrazando la actividad ilegal bajo apariencia de legalidad”, advirtió la funcionaria.

 

 

La estrategia de las autoridades apunta a fortalecer la capacidad operativa de la Fuerza Pública, pero también a trabajar desde la institucionalidad. Coronado

 

 

 

subrayó que enfrentar este fenómeno no es únicamente una labor militar: “El 30 % es responsabilidad de las fuerzas del orden, pero el 70 % implica un esfuerzo conjunto de todas las instituciones del Estado”.

 

La extracción ilegal no solo destruye ecosistemas, sino que alimenta el conflicto armado, financia grupos delincuenciales y debilita la presencia del Estado en zonas vulnerables. De ahí la necesidad de una acción articulada que involucre también cooperación internacional.

“La lucha contra este flagelo no se gana solo con operativos. Se gana cuando logramos que las comunidades tengan oportunidades reales y seguras, cuando el oro deje de ser el combustible del crimen”, concluyó la viceministra.

 

Procuraduría avala contratación para defensa internacional y pide investigar filtración de información

 


La Procuraduría General de la Nación dio un giro inesperado en medio de la controversia que rodeaba la contratación del bufete internacional que defenderá a Colombia en una demanda multimillonaria por parte del inversionista Zijin Continental Gold. En vez de abrir una investigación por las supuestas irregularidades denunciadas, el órgano de control anunció que no encontró motivos para indagar la contratación, y en cambio, solicitó que se investigue a los funcionarios que habrían filtrado información reservada del proceso.

El procurador delegado para la vigilancia preventiva de la Función Pública, Marcio Melgosa Torrado, concluyó en un informe de cuatro páginas que no hubo faltas disciplinarias en la contratación de la firma estadounidense Hughes Hubbard & Reed (HHR), señalada por el exsenador Jorge Robledo de incluir a una empresa local sin experiencia ni trayectoria, Astrea SAS, como parte de su equipo.

Según Robledo, Astrea SAS, una firma nortesantandereana creada recientemente y que incluso presenta información engañosa en su página web, no contaba con ningún tipo de experticia en litigios internacionales. El hecho de que sus miembros provengan de la misma región que Yebrail Haddad, director de Defensa Internacional de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado (ANDJE), encendió aún más las alertas. Sin embargo, la Procuraduría no compartió esa preocupación.

Melgosa explicó que los abogados colombianos incluidos en la propuesta de HHR no fueron presentados como expertos en arbitraje internacional, sino como conocedores de la legislación interna, un complemento a la experiencia internacional del bufete. Además, aclaró que la firma aún no ha oficializado qué aliado nacional la acompañará en el litigio.

Respecto al modelo de contratación, el procurador destacó que, aunque se trató de un proceso directo, este fue más riguroso que en ocasiones anteriores, al haberse estructurado como una invitación pública a cotizar. Se evaluaron múltiples propuestas de firmas extranjeras, lo que, según el documento, garantiza los principios de transparencia y legalidad.

En defensa de HHR, Melgosa señaló que el bufete ha participado en al menos 15 arbitrajes de inversión, tiene experiencia en casos mineros, ha representado a Estados latinoamericanos y a Colombia en varios procesos, y posee una tasa de éxito superior al 75 %.

 

Lo que sí preocupó al despacho del procurador fueron las filtraciones de información confidencial del proceso. Por eso, solicitó al director de la ANDJE, César Palomino, que formule una queja disciplinaria contra quienes puedan haber vulnerado los deberes funcionales. En palabras de Melgosa, “debe allegarse la respectiva queja disciplinaria a este órgano de control, enunciando detalladamente los hechos y acciones que posiblemente trasgredieron los deberes funcionales”.

Así, mientras las dudas públicas persisten, la Procuraduría se inclina por respaldar la legalidad del proceso y redirige el foco hacia quienes hicieron pública la información que originó el debate.

 

 

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