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“Siempre podemos tener una
conversación franca”: Laura Sarabia sobre su relación con Petro

Durante un encuentro
virtual con medios nacionales, la canciller Laura Sarabia hizo
un balance de sus primeros 100 días al frente del Ministerio de
Relaciones Exteriores. Más allá del repaso diplomático, uno de
los temas que más llamó la atención fue su respuesta sobre la
relación con el presidente Gustavo Petro, que en las últimas
semanas ha sido objeto de especulación por presuntas tensiones
internas.
Sarabia, quien fue
directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE)
y figura clave del círculo más cercano del mandatario, aseguró
que mantiene una “muy buena comunicación” con Petro, aunque
reconoció que existen diferencias en algunos enfoques. “Tenemos
diferencias, como todos, pero siempre podemos tener una
conversación franca”, puntualizó.
Con un tono mesurado, la canciller dejó claro que su rol es el
de asesora en política exterior, pero que las decisiones
estratégicas las toma el presidente. “Los ministros tenemos una
función esencial: asesorar al presidente en cada uno de nuestros
sectores, y es él quien determina los objetivos”, señaló.
En cuanto a las tensiones diplomáticas con Estados Unidos,
especialmente por la diferencia de visiones entre el Gobierno
Petro y la administración del presidente Donald Trump, Sarabia
fue cuidadosa. “En la diplomacia es necesaria la prudencia”,
afirmó, evitando profundizar en suposiciones, y subrayó que será
el presidente quien defina el rumbo de la política exterior.
Entre los anuncios relevantes, confirmó la creación de un nuevo
viceministerio enfocado en migraciones. Según dijo, el decreto
correspondiente ya está en manos del jefe de Estado para su
firma.
Además, destacó algunos avances durante su gestión, como el
manejo de la crisis con Washington, la elección de Laura Gil
como secretaria adjunta de la OEA y el fortalecimiento de
relaciones bilaterales con países como México y Panamá.
Sarabia cerró el espacio con un tono optimista, reafirmando su
compromiso con una política exterior “seria, estratégica y
respetuosa”.
Captura de Iván Name y Andrés
Calle sacude al Congreso y activa la figura de la silla vacía

El Congreso
colombiano recibió el miércoles un nuevo golpe a su credibilidad
tras la captura de dos de sus expresidentes: Iván Name (Alianza
Verde) y Andrés Calle (Partido Liberal), señalados por su
presunta participación en el escándalo de corrupción
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de la Unidad Nacional para
la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). La decisión fue tomada por
la Corte Suprema de Justicia, que les impuso medida de aseguramiento en
medio de un proceso por cohecho impropio y peculado por apropiación.
Los nombres de Name y Calle aparecieron en los testimonios de Olmedo
López y Sneyder Pinilla, exdirectivos de la UNGRD, quienes aseguran que
los congresistas habrían recibido en total 4.000 millones de pesos
—3.000 para Name y 1.000 para Calle— a cambio de facilitar el avance de
proyectos del Gobierno en el Congreso. Esta situación los convierte en
los primeros congresistas aforados capturados por este escándalo que
sigue creciendo.
Más allá del impacto político y judicial, las detenciones abren un
debate clave: ¿qué sucederá con sus curules en el Congreso? La respuesta
está en la Constitución y en la Ley 1475 de 2011. En casos de delitos
contra la administración pública, como ocurre aquí, se aplica la figura
de la “silla vacía”. Es decir, esas curules no podrán ser ocupadas por
otros miembros de sus partidos, lo que representa una pérdida directa de
representación tanto para el oficialismo como para la oposición.
La norma es clara: si hay condena o incluso una vinculación formal con
orden de captura por delitos dolosos contra el Estado, como ocurre en
este caso, no hay posibilidad de reemplazo. Esto ya ha sucedido en el
actual cuatrienio con Ciro Ramírez del Centro Democrático y Mario
Castaño del Partido Liberal.
El senador Ariel Ávila fue enfático al señalar que su partido, la
Alianza Verde, debería apartar de inmediato a los implicados y evitar
que familiares o cercanos ocupen sus lugares en futuras listas. “Este
escándalo nos exige asumir responsabilidades con contundencia”, dijo.
Con estas dos posibles sillas vacías, el Senado bajaría a 104 curules y
la Cámara a 187. Más allá de los números, el caso revive la urgencia de
depurar las prácticas políticas en Colombia y refuerza el clamor
ciudadano por mayor transparencia en las instituciones.
Petro defiende millonario costo de
consulta popular

El presidente Gustavo Petro
volvió a encender el debate político tras pronunciarse sobre el elevado
costo de la consulta popular que será evaluada por el Senado en los
próximos días. Durante un encuentro con el registrador nacional, Hernán
Penagos, el mandatario defendió con firmeza el mecanismo, estimado en un
valor entre $700.000 y $750.000 millones.
Petro criticó duramente a quienes cuestionan la viabilidad económica de
la consulta, calificándolos como personas con “una pobreza mental
enorme”. A su juicio, frenar el proceso por razones fiscales sería un
error. “Hay quienes dicen que no se debe hacer porque no estamos bien
fiscalmente. ¡Qué barbaridad!”, expresó en tono enérgico.
El presidente aseguró que no hay obstáculos financieros para llevar a
cabo la consulta. Según explicó, el dinero se obtendría mediante
vigencias futuras y reubicación de partidas ya aprobadas en el
presupuesto. Pero más allá del debate económico, insistió en que los
beneficios sociales y económicos del proyecto que propone consultar al
pueblo serían ampliamente superiores al gasto.
“El crecimiento del amor y
la felicidad, el menor estrés, el aumento de la
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productividad y del mercado interno, son ganancias que,
en el tiempo, superan en un millón de veces el costo presupuestal de la
consulta”, aseguró. Para el jefe de Estado, la consulta es una inversión
en bienestar que impactará profundamente a la sociedad colombiana.
El registrador Penagos, por su parte, detalló que el alto costo del
mecanismo responde a la obligación logística de garantizar condiciones
para que los más de 40 millones de ciudadanos habilitados puedan votar,
independientemente de cuántos realmente lo hagan. “Da pesar gastar tanto
dinero y que solo voten 400 o 500 mil personas, como ha pasado antes,
pero no podemos prever eso”, explicó.
Asimismo, Penagos señaló que
se están tomando medidas para reducir costos, como disminuir el número
de mesas y aumentar la cantidad de votantes por cada una, aprovechando
la infraestructura de elecciones pasadas.
La controversia por la consulta llega en un momento de tensión entre el
Gobierno y sectores de la oposición, que consideran innecesario y
desproporcionado el gasto en medio de una coyuntura fiscal compleja. No
obstante, Petro insiste en que el bienestar social que promueve esta
consulta no puede medirse solo en cifras.
Ahora, el balón está en la
cancha del Senado. Si aprueban la iniciativa, los colombianos serán
convocados a las urnas para decidir sobre una de las apuestas más
ambiciosas del gobierno del presidente Petro.
Ciro Ramírez volvería al Senado para votar
la consulta popular

El exsenador Ciro Ramírez
podría regresar al Congreso en los próximos días, justo a tiempo para
participar en la crucial votación sobre la consulta popular impulsada
por el gobierno de Gustavo Petro. La solicitud de reintegro ya fue
radicada ante el Legislativo y, según fuentes del Congreso, su regreso
es prácticamente un hecho.
Ramírez enfrenta un juicio por concierto para delinquir, cohecho propio
e interés indebido en la celebración de contratos. Sin embargo, la Sala
de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia le concedió la
libertad recientemente, al considerar que no representa un riesgo para
el proceso judicial, lo que le permite continuar su defensa en libertad
y retomar su curul.
La decisión de autorizar su reintegro está ahora en manos de la mesa
directiva del Senado, liderada por Efraín Cepeda, del Partido
Conservador. Aunque todavía está pendiente una decisión del Consejo de
Estado sobre la pérdida de investidura del exsenador, no existe una
condena en firme que impida su regreso.
Ramírez, perteneciente al Centro Democrático, se sumaría así a la
bancada opositora que ya anunció su rechazo a la consulta popular. Con
su voto, este bloque —que incluye a Cambio Radical— alcanzaría al menos
24 votos en contra, en un debate que se anticipa tenso y decisivo para
las aspiraciones del Gobierno.
La votación está programada para el próximo martes, y su desenlace
podría marcar el destino de una de las principales apuestas del
presidente Petro. Mientras tanto, el regreso de Ciro Ramírez al Senado
despierta tanto expectativa como polémica en el panorama político
nacional.
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