EL SENDERO DEL DHARMA

Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica

Más allá del intercambio: el amor como riqueza suprema

"¿Que el amor es más importante que la plata? Traten de pagar un tamal con un abrazo y me cuentan?"

Esta frase, aunque aparentemente pragmática, revela una visión limitada de la realidad, que el Budhismo Sammasati nos invita a trascender.

La ilusión de la riqueza material:

El Budhismo Sammasati nos recuerda que la riqueza material es impermanente y no conduce a la verdadera felicidad. El apego al dinero y a las posesiones materiales es una fuente de sufrimiento, ya que nos mantiene atrapados en un ciclo de deseo e insatisfacción.

El amor como esencia:

El amor, en su forma más pura, es una manifestación de la compasión y la sabiduría, cualidades fundamentales en el Budhismo Sammasati. No se trata de un sentimiento romántico o posesivo, sino de un amor incondicional que se extiende a todos los seres sintientes.

El valor intrínseco del amor:

El amor no puede medirse en términos de intercambio material. Su valor es intrínseco, ya que nos conecta con nuestra humanidad esencial y nos permite experimentar la alegría de la interconexión. Un abrazo sincero, una palabra amable o un acto de generosidad pueden tener un impacto mucho mayor en nuestro bienestar que cualquier cantidad de dinero.

La interdependencia de todas las cosas:

El Budhismo Sammasati nos enseña que todos los seres están interconectados. El amor es el pegamento que une a la comunidad, la familia y las amistades. El amor es el que nos permite ayudarnos los unos a los otros, a compartir, a cooperar. El amor es lo que nos permite ser personas.

coexistir en armonía. El dinero es una herramienta que puede utilizarse para satisfacer nuestras necesidades básicas y para apoyar a los demás. El amor es la motivación que nos impulsa a utilizar el dinero de manera sabia y compasiva.

dietilsulfuro y mercaptanos como el metilmercaptano, todos con efectos comprobados en la salud: náuseas, mareo, cefalea, desmayos, dificultad para respirar y envenenamiento por inhalación. Más de 60 niños y niñas y algunos docentes han sido remitidos al hospital con estos síntomas.

El origen de estas emisiones ha sido ampliamente documentado por estudios técnicos de la CAR: todos apuntan a la estación de servicio Puerta del Sol, donde operan grandes empresas como Vanti y Primax. Allí funcionan una planta descompresora de gas natural, parqueadero de tractomulas, bodega de cemento, lavadero, serviteca y venta de combustibles líquidos. Estas actividades se desarrollan a escasos metros del colegio.

En 2024, ante la imposibilidad de continuar clases presenciales, nuestros hijos pasaron más de seis meses en virtualidad, o recibiendo clases en la iglesia, la ludoteca o en casa. Frente al abandono institucional, los padres y madres nos unimos y arreglamos con nuestras manos una sede antigua del colegio. Actualmente, en 2025, todos los grados están allí, hacinados, sin condiciones adecuadas para la jornada escolar, la alimentación, ni para la salud mental de docentes y estudiantes.

Y mientras tanto, la CAR sigue emitiendo informes que “dicen sin decir”. Resultados técnicos que mencionan las sustancias presentes, pero sin nombrar con claridad la fuente exacta. Esa ambigüedad está frenando las decisiones que deben tomarse con urgencia.

Por eso exigimos a la CAR que cumpla su papel como autoridad ambiental y diga, con nombre propio y con pruebas, de dónde vienen los contaminantes. Y exigimos a la Gobernación de Cundinamarca que, con base en esos resultados, nos dé ya la solución definitiva que hemos esperado por años.

Queremos la reubicación inmediata de la estación de servicio Puerta del Sol y la reparación integral de nuestra comunidad educativa. No más soluciones a medias. No más dilaciones. No más estudios que acaban en papeles olvidados.

La vida de nuestros hijos vale más que cualquier interés económico. Esta lucha es colectiva, es justa y no la vamos a abandonar.

Nos estamos organizando. Nos estamos preparando. Porque si no nos escuchan en las oficinas, nos van a escuchar en las calles.

Porque esta lucha no es solo del Sabio Mutis. Es de cada familia que cree en la vida, en la educación y en la dignidad.

¡Únete a nuestra voz, camina con nosotros, y que nadie más estudie con miedo a respirar!