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Amenazó a la fiscal en plena audiencia

La escena fue tensa y alarmante: en plena audiencia ante
un juez de control de garantías, César Andrés Rivera Méndez, señalado de
drogar y robar a miembros de la comunidad LGBTIQ+ en Bogotá, no solo
mostró una actitud desafiante, sino que agredió a los policías que lo
custodiaban y amenazó directamente a la fiscal encargada del caso. Las
amenazas fueron tan graves que el juez ordenó abrir una nueva
investigación por violencia contra servidor público.
Rivera Méndez fue enviado a prisión como medida preventiva. Según la
Fiscalía, utilizaba aplicaciones de citas para contactar a sus víctimas,
a quienes citaba en sus propias residencias en la localidad de
Chapinero. Una vez allí, los inducía al consumo de bebidas contaminadas
con sustancias tóxicas, al parecer sedantes de uso veterinario, con el
fin de reducir su voluntad o causar pérdida de conciencia.
Con las víctimas indefensas, el agresor aprovechaba para robar objetos
de valor como celulares, computadores, relojes, documentos y tarjetas
bancarias, cuyas claves lograba obtener para realizar transacciones y
compras. Hasta el momento, se han identificado cinco casos que habrían
dejado pérdidas por más de 80 millones de pesos.
Durante la diligencia judicial, lejos de mostrar arrepentimiento, Rivera
Méndez lanzó miradas amenazantes y gestos intimidantes hacia la fiscal.
Cuando los uniformados intentaron contenerlo, reaccionó con violencia
física. Esta conducta llevó al juez no solo a reforzar las medidas de
seguridad, sino a compulsar copias para que se investigue por un nuevo
delito: agresión a funcionarios públicos.
Los hechos han generado indignación, especialmente entre organizaciones
defensoras de derechos de la comunidad LGBTIQ+, quienes piden que el
caso no quede impune y se garantice justicia para todas las víctimas. La
Fiscalía ya presentó el escrito de acusación por los delitos de hurto
calificado y agravado, y transferencia no consentida de activos,
mientras continúa indagando si existen más personas afectadas que aún no
han denunciado.
Por ahora, Rivera Méndez permanecerá tras las rejas. Su captura, y ahora
su comportamiento ante las autoridades, dejan en evidencia no solo el
peligro que representa, sino también la necesidad urgente de frenar este
tipo de delitos dirigidos contra poblaciones históricamente vulnerables.
Cayó
alias Pepito, temido cabecilla militar de Los Espartanos en Buenaventura

Alias Pepito cayó en la mañana del martes 27 de mayo en
Buenaventura, en medio de un operativo conjunto entre el Gaula de la
Policía, la Fiscalía y unidades de inteligencia. Su captura en
flagrancia representa un duro golpe a la estructura criminal de Los
Espartanos, uno de los grupos armados ilegales que más zozobra ha
generado en la región del Pacífico.
El hombre, de 30 años, era reconocido por su rol como
cabecilla militar dentro del grupo delincuencial, incluso durante los
tres años que estuvo preso en la cárcel de Buenaventura. Según las
autoridades, desde allí seguía dirigiendo acciones criminales,
especialmente en la comuna
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seis, donde mantenía el control de
sectores como Los Ángeles mediante extorsiones, amenazas y violencia.
El historial de Pepito es extenso. Ya había purgado una
condena por porte ilegal de armas y contaba con múltiples antecedentes
por delitos relacionados. Al momento de su detención, se le hallaron 13
cartuchos calibre 5.56 mm y un cargador para Mini-Uzi, evidencia de su
capacidad de fuego y su rol dentro de la estructura.
La coronel Sandra Liliana Rodríguez Castro, comandante de la Policía en
el Valle del Cauca, aseguró que el resultado fue posible gracias a
información entregada por la comunidad y un trabajo minucioso de
inteligencia. “Alias Pepito llevaba años sembrando miedo entre los
habitantes de Buenaventura. Con su captura, no solo se esclarecen
homicidios y extorsiones, también se envía un mensaje claro a quienes
persisten en delinquir”, afirmó.
La Fiscalía lo presentó ante un juez de control de garantías, quien
ordenó su reclusión en un centro penitenciario. Las autoridades
confirmaron que su detención permitió esclarecer dos asesinatos y al
menos tres casos de extorsión registrados en la comuna seis.
Este golpe se suma a otra acción reciente contra Los Espartanos: el
pasado 24 de mayo, tres presuntos integrantes de esta organización
fueron capturados, entre ellos alias Viejito, presunto jefe de la comuna
nueve. También cayeron Junior y Vitico, implicados en desplazamientos
forzados, homicidios y cobros extorsivos.
Desde la Armada Nacional y la Policía reiteraron su compromiso con
devolverle la tranquilidad a Buenaventura. La línea 314-3587212
permanece abierta para recibir denuncias ciudadanas, fundamentales para
debilitar estas redes criminales. Mientras tanto, las autoridades
continúan en la búsqueda de otros cabecillas que aún operan en la zona,
con el objetivo de desmontar por completo a Los Espartanos.
Clan
del Golfo niega plan para atentar contra director de la Policía y habla
de “cortinas de humo”

Las alarmas se encendieron el pasado 22 de mayo cuando la
Policía Nacional reveló que su director, el general Carlos Fernando
Triana Beltrán, habría sido blanco de un supuesto plan de atentado por
parte del Clan del Golfo, también conocido como Ejército Gaitanista de
Colombia (EGC). Las amenazas, según fuentes de inteligencia, se
relacionarían con una presunta retaliación por las más de doscientas
capturas y operativos recientes que han golpeado a esa organización,
incluyendo la baja de alias Terror, uno de sus principales cabecillas.
Sin embargo, la versión fue desmentida por voceros del Clan del Golfo,
quienes, en declaraciones a medios locales, negaron cualquier intención
de atentar contra altos mandos de la Fuerza Pública. “Rechazamos
enfáticamente cualquier rumor que pretenda vincularnos con esos
atentados. Las supuestas comunicaciones no provienen de nuestra
organización”, señalaron.
El grupo criminal fue más allá y tildó los hechos de una estrategia
distractora. “Son cortinas de humo del Gobierno frente a la crítica
situación de orden público. Pretenden desviar la atención con falsas
amenazas que solo generan zozobra entre la ciudadanía”, dijeron. En su
comunicado, el EGC incluso aseguró ser “respetuoso del Estado social de
derecho” y negó tener aspiraciones de poder o de desestabilización
institucional, pese a sus reconocidas actividades ilícitas en vastas
regiones del país.
Las afirmaciones contrastan con los hallazgos de las
autoridades. Según la Policía, las interceptaciones telefónicas revelan
un tono directo y violento en las
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conversaciones filtradas. Frases como
“hoy cae o cae” o “ese hp general está de papaya” evidencian, de acuerdo
con los investigadores, una intención clara de atacar al general Triana.
Las comunicaciones también hablan de movimientos estratégicos hacia el
aeropuerto y órdenes de esperar instrucciones armados.
Pese al desmentido del Clan del Golfo, el ministro de
Defensa, Pedro Sánchez, ya había ofrecido recompensas por información
que conduzca a los autores intelectuales y materiales del supuesto plan
criminal. La Policía, por su parte, reiteró que no cederá ante amenazas
y continuará con su lucha contra el multicrimen —una expresión que
agrupa delitos como el narcotráfico, la extorsión, el contrabando y el
homicidio selectivo— que hoy afecta a cientos de comunidades en todo el
país.
El caso sigue bajo investigación, mientras los altos mandos de la
institución refuerzan medidas de seguridad ante el clima de tensión que
rodea a la cúpula policial.
Cayó
alias "El Loco", explosivista de disidencias que habría reclutado
menores en el Cauca

En un operativo coordinado y silencioso, realizado en la
madrugada del martes 27 de mayo, fue capturado Juan José Mera Pencue,
más conocido como alias “El Loco”, uno de los presuntos explosivistas y
reclutadores de menores al servicio de la estructura criminal Carlos
Patiño, una de las más violentas disidencias de las FARC que opera en el
sur del Cauca.
La detención se produjo en el corregimiento de El Bordo, municipio de
Patía, gracias a un trabajo conjunto entre el Ejército Nacional, la
Fiscalía y la Policía Nacional. Las autoridades venían siguiéndole la
pista desde hace meses, tras una serie de ataques con explosivos que
sacudieron la región, en particular sobre la Vía Panamericana, una
arteria clave para la movilidad del suroccidente del país.
Alias “El Loco” es señalado de manejar y detonar artefactos explosivos
improvisados, una de las estrategias más letales utilizadas por las
disidencias para enfrentar a la Fuerza Pública y sembrar terror entre la
población. Pero su prontuario no termina allí: también habría estado
vinculado al reclutamiento forzado de menores, especialmente en zonas
rurales donde el Estado es casi inexistente y la pobreza deja pocas
opciones.
Uno de los hechos que lo habría puesto en la mira de las autoridades fue
el atentado con carro bomba ocurrido en Semana Santa, en el
corregimiento de Mondomo, en Santander de Quilichao. En esa explosión
murió Ester Julia Camayo, una lideresa indígena, y resultaron heridas
varias personas, entre ellas su hija.
El Ejército Nacional destacó que su captura representa un golpe directo
a las capacidades operativas de las disidencias. “Este sujeto era una
pieza clave en el componente armado de la estructura Carlos Patiño, y su
salida afecta sus planes de ataque contra la Fuerza Pública y contra la
misma población civil”, indicaron desde la Tercera División.
Las operaciones contra explosivos ilegales no se detuvieron con esta
captura. Ese mismo día, en tres municipios del Cauca, se registraron
nuevos atentados o intentos frustrados: uno en Cajibío, otro en Rosas y
un tercero en Corinto, este último vinculado a la estructura Dagoberto
Ramos.
El departamento del Cauca sigue siendo una de las regiones más golpeadas
por el conflicto armado. Sin embargo, la captura de “El Loco” es vista
como un paso importante en la lucha contra las disidencias y sus métodos
violentos. Ahora, este hombre deberá responder ante la justicia por
fabricación y porte de explosivos, así como por otros delitos aún en
investigación.
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