El Virus Arroja A Millones Más Sin Trabajo, Y Washington Lucha Por Mantener El Ritmo

mil millones de euros para mantener a los trabajadores empleados y las empresas a flote.

El uso del programa de licencia paga de Alemania también está aumentando, con casi medio millón de empresas que solicitan apoyo en marzo, incluidos Daimler, Volkswagen y Lufthansa.

Parece poco probable que el Congreso adopte un programa similar, o incluso algo similar a lo que propuso el jueves Hawley. Y si bien Trump prometió un "auge" en la economía en las próximas semanas, presagiando un impulso para levantar las restricciones que los funcionarios han impuesto a la actividad, muchos economistas no están de acuerdo.

Los pronosticadores de Moody’s Analytics advirtieron el jueves que unos 45 millones de estadounidenses corrían el riesgo de perder sus empleos en medio de la pandemia, incluidas las tres cuartas partes de los trabajadores en las industrias de la hospitalidad y la construcción. Advirtieron que era una "estimación conservadora".

"La mayoría de las empresas están luchando con una demanda reducida", escribieron los pronosticadores, "a medida que los consumidores cambian sus gastos a las necesidades y reducen el resto".

Los informes fueron aportados por Alan Rappeport, Emily Cochrane y Jeanna Smialek de Washington; Liz Alderman de Paris; Patricia Cohen, Stacy Cowley y Emily Flitter de New York; y Noam Scheiber de Chicago.
 

Inglaterra
 

Entrenan Mascotas Como Detectores Del COVID19

Buscando de evitar propagación y el control de la pandemia, un grupo de investigadores británicos con la ayuda de una ONG especializada en entrenamiento canino; intentaran entrenar a perros para que puedan detectar a las personas enfermas de COVID-19 y ayudar a frenar la propagación del virus, todo esto buscado que estas mascotas también estén protegidas.

Para este desafío la Asociación Perros de Detección Médica (Medical Detection Dogs); colabora con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (London School of Hygiene and Tropical Medicine, LSHTM) y la Universidad de Durham.

Las tres instituciones iniciaron los preparativos para entrenar de forma intensiva a los caninos, de este modo usar una nueva iniciativa que de alguna forma también podría ayudar a contrarrestar la epidemia. Según los especialistas consideran que pudieran estar listos en seis semanas para dar un diagnóstico rápido y no invasivo hacia el final de la pandemia. También se pusieron en contacto con el Gobierno para explicarle cómo “el mejor amigo del hombre” podría ser un aliado en la lucha contra la enfermedad.

La asociación, que ya entrenó a perros para detectar el cáncer, la enfermedad de Parkinson e infecciones bacterianas; explicó que el mismo procedimiento se utilizará para enseñarles a identificar el COVID-19.

Venezuela

Venezolanos Más Tranquilos Por El COVID19

Gracias a una excelente práctica epidemiological contra la tuberculosis, durante los años de democracia, les ponían a todos la vacuna al nacer, la cual dejaba una marca circular del tamaño de un real venezolano, a las niñas se la ponían en la espalda.
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Investigadores del Colegio de Medicina Osteopática del Instituto de Tecnología de Nueva York informan que una vacuna utilizada durante mucho tiempo contra la tuberculosis puede mitigar los efectos de Covid-19, reduciendo la tasa de mortalidad.

El estudio, preimpreso el 24 de marzo y pendiente de revisión por pares, ofrece esperanza a los países de América Latina. Como resultado, en una región donde muchas personas no pueden permitirse perder ingresos al quedarse en casa y los sistemas de salud pública son débiles, también existe un historial de administración de la vacuna contra la tuberculosis Bacillus Calmette-Guérin a los niños.

Los investigadores informan una alta correlación entre los países con menos muertes por coronavirus y aquellos con programas de vacunación BCG de larga data.

"Cuanto antes un país estableciera una vacuna BCG", escriben los investigadores, "más fuerte será la reducción en su número de muertes por millón de habitantes". Venezuela parece haber tenido una política universal de vacunación con BCG a mediados del siglo XX. Si el análisis del estudio es correcto, la nación puede salvarse de lo peor de Covid-19.
 

 
Pero hasta ahora, un número asombroso de estadounidenses, más de 16 millones, han perdido sus empleos en medio del brote. Las empresas continúan fracasando a medida que los minoristas, restaurantes, salones de belleza y otras compañías en todo el país se quedan sin efectivo y cierran sus tiendas, ya que sus clientes se ven obligados a quedarse en casa.

Existe un acuerdo creciente entre muchos economistas de que los esfuerzos del gobierno fueron demasiado pequeños y llegaron demasiado tarde en la rápida pandemia para evitar que las empresas abandonen a sus trabajadores. Las agencias federales, que trabajan en una asociación prescrita con Wall Street, han demostrado estar mal equipadas para mover dinero rápidamente a los lugares donde más se necesita.

Un análisis realizado por economistas de la Universidad de Chicago de datos de Homebase, que suministra software de programación para decenas de miles de pequeñas empresas que emplean a trabajadores por hora en restaurantes, comercios minoristas y otros sectores, sugiere que más del 40 por ciento de esas firmas han cerrado desde que comenzó la crisis.

La pandemia podría costarle a Estados Unidos una cuarta parte de sus restaurantes, dijo Cameron Mitchell, quien posee y dirige una cadena de 21 restaurantes en Ohio y tiene más en todo el país. Ha despedido a todos menos a seis de los 4,000 trabajadores de la compañía. "No estoy pidiendo un folleto", dijo Mitchell, pero "necesitamos ayuda adicional, o de lo contrario Estados Unidos no va a tener una industria de restaurantes a la que volver".

Su cadena, Cameron Mitchell Restaurants, había solicitado un préstamo de $10 millones a través del Huntington National Bank, pero estaba esperando la confirmación de la Administración de Pequeñas Empresas en Washington.

Los formuladores de políticas han tratado de evitar la devastación económica que ahora están experimentando empresas como Mitchell, pero ha resultado complicado. El Congreso y el presidente Trump ya aprobaron casi $3 billones en paquetes de rescate económico destinados a contrarrestar los efectos del virus, incluida la ayuda a las empresas que explícitamente intentan mantener a los trabajadores atados a sus trabajos. La Reserva Federal también ha creado una serie de nuevos programas para evitar que el sistema financiero se inmovilice, incluido un esfuerzo anunciado el jueves que busca ayudar a casi 19,000 empresas que de otro modo no hubieran obtenido asistencia federal.

Pero el gobierno federal no está equipado para establecer o administrar rápidamente programas de financiación complejos, y para cuando los encargados de formular políticas comenzaron esos esfuerzos, ya era demasiado tarde para algunas empresas.

Algunas compañías han optado por despedir trabajadores, ya que consideran que es una mejor opción para ellos que mantenerlos a tiempo parcial o pagar solo una fracción de sus salarios. Una expansión de los beneficios de desempleo agregó $ 600 por semana a la cantidad recibida por cada estadounidense despedido durante los próximos cuatro meses, dando a algunas compañías un incentivo para dirigir a sus trabajadores a asistencia federal.

Para muchos trabajadores, aquellos que ganan hasta $1,200 por semana, dependiendo del estado, ese beneficio adicional significa que su pago por desempleo podría exceder lo que ganaban en el trabajo. La discrepancia podría alentar a algunas empresas a despedir a los trabajadores.

La ayuda para pequeñas empresas de un bote inicial de $ 349 mil millones ha tardado en llegar para muchas compañías que ya están considerando la posibilidad de quiebra, con obstáculos burocráticos y tecnológicos que perjudican el programa. El Programa de Protección de Cheques de Pago, que ofrece a las compañías préstamos perdonables para continuar cubriendo su nómina, comenzó a aceptar solicitudes solo el 3 de abril, semanas después de que muchos comerciantes recibieron la orden de cerrar sus puertas. Muy poco de los más de $100 mil millones comprometidos a través de él hasta el momento realmente ha llegado a manos de los prestatarios.

Los bancos, que se espera que enfrenten el dinero para el programa, todavía están luchando contra los cuellos de botella en la abrumada Administración de Pequeñas Empresas y están esperando la información técnica que necesitan para cerrar y financiar los préstamos. Los
 

bancos más pequeños están a punto de quedarse sin efectivo para prestar. Confían en que la Reserva Federal recomprará rápidamente sus préstamos del programa de cheques de pago, lo que la Fed ha dicho que hará, pero aún no ha proporcionado detalles sobre su plan.

Un programa destinado a mantener a los empleados de las aerolíneas en las nóminas también está en un patrón de espera, ya que el Departamento del Tesoro examina las solicitudes de las aerolíneas y se prepara para negociar lo que recibirá el gobierno a cambio de rescatarlas.

Y no se espera que los cheques individuales para ayudar a millones de estadounidenses a continuar pagando facturas lleguen hasta el 15 de abril, como muy pronto

Incluso el programa de préstamos "Main Street" de la Reserva Federal, anunciado el jueves, puede resultar insuficiente para las necesidades comerciales. Opera a través de bancos, por lo que aún requiere que los prestamistas se sientan cómodos extendiendo el crédito. Y aunque pueden vender la mayoría de los préstamos que originan (la Fed comprará el 95 por ciento de los préstamos elegibles, con un valor de hasta $600 mil millones), los bancos aún tendrán que aferrarse a una pequeña porción de riesgo. No hay una fecha clara en que el programa estará en funcionamiento.
 

Los formuladores de políticas se han movido más rápido y se han apropiado de mucho más dinero para combatir las consecuencias económicas de la pandemia que los líderes estadounidenses durante la crisis financiera de 2008, dijo Tony Fratto, quien sirvió en la administración George W. Bush durante esa crisis. Pero la respuesta llegó demasiado tarde para salvar a muchas de las empresas que ahora se encuentran en bancarrota.

"Hay creatividad y escala, y están tratando de hacerlo rápidamente", dijo Fratto, "pero no fueron lo suficientemente pronto y habrá mucho daño por eso".

Los legisladores han acordado que deberán aprobar grandes sumas de dinero para ayudar a las pequeñas empresas. Pero un esfuerzo del senador Mitch McConnell, republicano de Kentucky y líder de la mayoría, para acelerar $ 250 mil millones adicionales a través del Senado fracasó el jueves cuando los demócratas se opusieron porque querían que McConnell agregara asistencia a hospitales y gobiernos locales.

Los senadores y los grupos de defensa han comenzado a impulsar medidas adicionales para impulsar a las empresas a través de la pandemia. El senador Josh Hawley, republicano de Missouri, escribió el jueves que "el gobierno federal debería cubrir el 80 por ciento de los salarios de los trabajadores en cualquier negocio de los Estados Unidos, hasta el salario medio nacional, hasta que termine esta emergencia".

El senador Ron Wyden, demócrata de Oregon, dijo que el gobierno debería proporcionar asistencia en efectivo de hasta $75,000 cada uno para las empresas que emplean a 50 trabajadores o menos. El Economic Innovation Group, un grupo de expertos en Washington que ayudó a impulsar la creación del programa de asistencia para pequeñas empresas que el Sr. Trump promulgó a fines del mes pasado, pidió al Congreso que enmendara el programa al agregarle más dinero, permitiendo que empresas individuales pedir prestado más y eliminar los límites de gasto de los préstamos para gastos distintos de la nómina, como el alquiler.

Mitchell, el dueño del restaurante, también dijo que le gustaría ver los límites de gasto para préstamos ajustados y la línea de tiempo para gastar fondos de préstamos relajados.

Otros países han tomado medidas más directas para prevenir el tipo de desempleo masivo y el colapso generalizado de las empresas que ahora enfrentan los Estados Unidos.

Francia, Alemania y otros países europeos están pagando a los empleadores para que no despidan a las personas pagando la factura del 80 al 90 por ciento del salario de un trabajador suspendido.

La idea es limitar los despidos y el cierre de empresas, de modo que cuando el coronavirus esté finalmente bajo control, las empresas y las economías de Europa puedan recuperarse de la recesión con menos dolor que si se hubiera permitido que el desempleo se disparara.

Más de siete millones de empleados en Francia han recibido un permiso pagado directamente financiado por el gobierno, que está gastando 45