La gratitud es una de esas cualidades subestimadas que pueden tener un impacto sorprendentemente profundo en nuestra salud mental y bienestar. A menudo, nos encontramos atrapados en la rutina diaria, enfocándonos en lo que nos falta en lugar de apreciar lo que ya tenemos. Sin embargo, cultivar la gratitud puede cambiar radicalmente nuestra perspectiva y mejorar nuestra calidad de vida.

Numerosos estudios respaldan los beneficios de practicar la gratitud de manera regular. Investigaciones han demostrado que las personas que mantienen un diario de gratitud experimentan niveles más bajos de estrés y depresión, duermen mejor y tienen una mayor satisfacción con la vida en general.

Entonces, ¿cómo podemos integrar la gratitud en nuestras vidas diarias? Aquí hay algunas estrategias simples pero efectivas:

Llevar un diario de gratitud: Tómate unos minutos cada día para escribir tres cosas por las que estés agradecido. Pueden ser grandes eventos o pequeños momentos de felicidad. El simple acto de reconocer estas bendiciones puede cambiar tu enfoque hacia lo positivo.

Expresar gratitud: No subestimes el poder de decir "gracias". Expresa tu aprecio hacia los demás de manera genuina y frecuente. Esto fortalecerá tus relaciones y fomentará un sentido de conexión y comunidad.

Enfocarse en lo positivo: Entrena tu mente para buscar lo bueno en cada situación, incluso en los momentos difíciles. Aunque puede ser desafiante al principio, con práctica, encontrarás que hay lecciones que aprender y aspectos positivos incluso en las experiencias más difíciles.

Practicar la atención plena: La gratitud y la atención plena están estrechamente relacionadas. Al prestar atención plena al momento presente, podemos apreciar más plenamente las experiencias y las relaciones que tenemos.

Al incorporar estas prácticas simples pero poderosas en nuestra vida cotidiana, podemos cultivar un sentido más profundo de gratitud que beneficie nuestra salud
 

realice una gestión sostenible del agua en los procesos productivos con un enfoque circular del recurso hídrico para su aprovechamiento, disminución de su consumo y recuperar los subproductos que de este se derivan, además de la inversión en infraestructura, restablecimiento de ecosistemas y educación en higiene. Estrategias orientadas a reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso sostenible al agua y a servicios de saneamiento, las causas de enfermedades, las brechas entre pobreza y riqueza, propiciar escenarios de seguridad alimentaria y, por ende, generar bienestar.

En dicho ámbito, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL], junto con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura [IICA], adelanta desde hace cuatro años un ejercicio de “Diálogos Regionales del Agua en América Latina y El Caribe de la CEPAL”. En esta ocasión el evento se realizó en San José de Costa Rica, de cara al Foro Mundial del Agua 2024. Gestión integral del recurso hídrico, planes de gestión de la diversidad, recuperación de bosques con el uso de tecnologías, gobernanza del agua como recurso de vida, uso de la data e indicadores para la toma de decisiones, creación de mesas agroclimáticas para la adaptación al cambio climático, garantía de participación ciudadana, fortalecimiento de capacidades por medio de la formación para la innovación y el diálogo interdisciplinar, son algunas de las recomendaciones para enfrentar la inminente crisis por el cada vez más escaso recurso hídrico.

En Colombia, gracias a la lucha de ambientalistas varios ríos a través de sentencias de diversos estrados judiciales han sido declarados sujetos de derecho: Atrato, el primero en recibir este tratamiento judicial en virtud de la sentencia T-622 del 10 de noviembre de 2016, Cauca, Magdalena, Quindío, Pance, La Plata, Otún, Coello, Combeima y Cocora. Declaración que significa la implementación de una serie de medidas que deben adoptarse por parte del Estado y las comunidades locales para garantizar su protección, conservación, mantenimiento y restauración.

Los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas, otro instrumento que tiene como propósito articular los esfuerzos para el uso sostenible del suelo, el agua, la flora y la fauna, es una determinante para los Planes de Ordenamiento Territorial, por lo que es de vital importancia que en estos y en los planes de desarrollo que se encuentran en trámite de formulación en municipios y departamentos, incorporen metas, estrategias y recursos que garanticen su cumplimiento.

Los mandatarios y comunidades de los territorios son fundamentales para asegurar la supervivencia y del advenimiento de más desastres y conflictos alrededor del agua.