Bogotá, Colombia -Edición: 801

 Fecha: Viernes 23-05-2025

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NACIONAL

 

 

 

El rostro desigual del hambre en Colombia: Mejora en las ciudades, crisis en el campo

 

En un país donde la tierra es fértil pero las mesas aún están vacías, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló un dato que, aunque parece alentador a primera vista, deja ver una realidad mucho más compleja: en 2024, el 25,5 % de los hogares colombianos enfrentaron inseguridad alimentaria. Una leve mejoría nacional frente al 26,1 % registrado en 2023, sí, pero que esconde una herida abierta en las zonas rurales.

Aunque la cifra general da señales de esperanza, lo cierto es que el campo colombiano vive una situación alarmante. La inseguridad alimentaria moderada o grave creció 3 % en las zonas rurales, un aumento estadísticamente significativo que revierte los avances en las cabeceras municipales. En otras palabras, mientras las ciudades respiran con algo más de alivio, el campo se hunde más en el hambre.

 

El fenómeno climático de El Niño y los conflictos armados que persisten en regiones rurales han sido factores determinantes en este retroceso, según explicó Agustín Zimmermann, representante de la FAO en Colombia. “La inversión en resiliencia climática y en paz territorial es clave para revertir esta tendencia”, advirtió durante la presentación del informe.

 

 

Los datos también permiten trazar un perfil de los hogares más afectados: madres cabeza de familia, familias con niños pequeños, personas con bajo nivel educativo, hogares numerosos o migrantes venezolanos. Un patrón que muestra cómo el hambre no golpea al azar, sino que sigue caminos de desigualdad estructural.

La brecha de género también es visible. En 2024, el 28,2 % de los hogares liderados por mujeres reportaron inseguridad alimentaria moderada o grave, frente al 23,1 % de los encabezados por hombres. Y aunque esta brecha ha variado, las cifras siguen dejando claro que el género sigue marcando la diferencia incluso al momento de acceder a la comida.

A nivel territorial, La Guajira, Sucre y Córdoba son los departamentos donde más se padece hambre, con cifras que superan el 47 % de inseguridad alimentaria moderada o grave. En contraste, Bogotá, Caldas y Santander presentan los indicadores más bajos. Sin embargo, diez departamentos vieron crecer la inseguridad alimentaria grave, lo que significa que más personas están pasando hambre de manera crítica.

Y mientras tanto, Colombia desperdicia cerca de 9,7 millones de toneladas de alimentos al año. La cifra es escandalosa si se piensa que con ese volumen se podrían alimentar, con tres comidas diarias, a toda la población de La Guajira durante 15 años. Solo el 0,4 % de esa comida ha logrado ser rescatada por los bancos de alimentos en 26 años de trabajo.

Así, los datos del DANE no solo revelan cifras, sino historias: de exclusión, de abandono, pero también de oportunidades urgentes. Colombia se enfrenta al reto de cerrar la brecha entre el campo y la ciudad, entre el desperdicio y la necesidad, y de convertir los avances parciales en una victoria completa contra el hambre.

 

 

 

“Sanaremos su corazón”: Lyan Hortúa, el niño secuestrado en Jamundí, ya está en casa y estable

 

 

Luego de 18 días de angustia, el país respira con alivio. Lyan Hortúa, el niño de 11 años que fue secuestrado en Jamundí, ya se encuentra en compañía de su familia y bajo observación médica en la Clínica Valle del Lili, en Cali. Su estado de salud es estable y está recibiendo atención de un equipo multidisciplinario conformado por pediatras, psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales.

Según el parte médico, Lyan permanecerá en vigilancia médica para facilitar su recuperación emocional y física. La clínica confirmó que toda la información ha sido compartida con la autorización de su madre, Angie Bonilla, quien ha acompañado al niño desde su liberación.

Joshua Suárez, padrastro del menor, reveló que durante los primeros cuatro días del secuestro, Lyan estuvo amarrado de las manos. Además, explicó que los secuestradores permitieron dos videollamadas como prueba de vida. Una de las preocupaciones de la familia era el asma que padece el niño; sin embargo, gracias a la intermediación de delegados de la ONU, lograron enviarle el medicamento necesario durante el cautiverio.

“Estamos muy felices de que él esté en casa con nosotros y sabemos que sanaremos su corazón”, dijo Suárez con emoción. También negó tener vínculos con grupos criminales: “Soy comerciante, tengo mi negocio establecido. No tengo relación con nadie fuera de la ley”.

Por su parte, Angie Bonilla describió lo vivido como “una pesadilla” y calificó la liberación de su hijo como “un milagro de Dios”. Aunque aún quedan preguntas sin respuesta sobre los responsables del secuestro, por ahora, la prioridad es la recuperación integral de Lyan y el reencuentro con su entorno familiar.

 

Sin rastro de Tatiana Hernández: Búsqueda con robot en Cartagena termina sin respuestas

 

 

Cartagena sigue envuelta en una profunda incertidumbre tras el fallido operativo subacuático que buscaba pistas sobre el paradero de Tatiana Alejandra Hernández, la médica desaparecida desde el pasado 13 de abril. Seis días de trabajo con tecnología de punta no arrojaron ningún resultado positivo. El robot utilizado, un vehículo autónomo submarino (AUV), escaneó con sonar, cámaras y sensores térmicos los fondos marinos sin hallar rastro alguno.

El operativo fue financiado por la Alcaldía de Cartagena y contó con el apoyo técnico de

 

 

 

una empresa chilena especializada en rescates acuáticos. La zona explorada incluyó el sector donde fue vista por última vez, la avenida Santander, y se extendió por canales, el puerto y hasta la isla de Tierra Bomba. A pesar del despliegue, el informe final fue contundente: no se encontró ningún cuerpo, objeto personal ni evidencia física que pueda relacionarse con la joven.

 

Bruno Hernández, secretario del Interior de Cartagena, confirmó que durante la búsqueda se recibieron cuatro alertas que motivaron inmersiones de buzos de la Armada, pero todas fueron descartadas. “Se escanearon los puntos críticos y no hubo resultados”, reiteró.

 

A pesar del desalentador balance, la búsqueda no se detiene. La recompensa de 200 millones de pesos por información sigue vigente, y las autoridades llaman a la ciudadanía a colaborar. Un video en poder de la Fiscalía muestra a Tatiana ingresando a una zona rocosa del centro histórico, sin que existan registros de su salida. Eso ha alimentado hipótesis como secuestro o desaparición forzada.

La familia de Tatiana mantiene la esperanza. Lucy Díaz, su madre, asegura que no fue un accidente: “Alguien dejó sus sandalias para despistar”. Mientras las autoridades investigan, Cartagena espera respuestas y una familia no pierde la fe en volver a abrazarla.

 

Visa americana 2025: Se reducen tiempos de espera en Colombia

 

 

Buenas noticias para los colombianos que planean viajar a Estados Unidos en 2025: los tiempos de espera para obtener una visa americana se han reducido significativamente, especialmente en la categoría de turismo y negocios (B1/B2). Sin embargo, las autoridades estadounidenses lanzaron una advertencia clara: si no se tramita con tiempo, es probable que muchos no logren obtener su visa a tiempo para eventos como el Mundial de Fútbol 2026.

Marco Rubio, secretario de Estado de EE.UU., advirtió el 21 de mayo que la demanda creciente y la falta de personal consular podrían generar nuevos retrasos. “Si aún no has solicitado una visa desde Colombia, probablemente no llegarás a tiempo para la Copa Mundial, a menos que hagamos turnos dobles”, señaló en rueda de prensa.

Pese a esa alerta, la Embajada de Estados Unidos en Colombia confirmó una mejora notable en los tiempos de espera. En contraste con los cerca de 710 días registrados a finales de 2024, hoy el tiempo estimado para obtener una cita de entrevista en la categoría B1/B2 se sitúa en 398 días. Aún es una espera larga, pero representa una reducción de casi un año.

Otros tipos de visa muestran plazos más cortos: para categorías como H, L, O o P, el tiempo es de apenas 24 días, y para visas estudiantiles o de intercambio (F, M, J), el tiempo promedio es de 20 días.

Natalia Molano, vocera del Departamento de Estado, explicó que están evaluando medidas como turnos dobles para agilizar los procesos y recordó que los solicitantes deben demostrar solvencia económica y vínculos sólidos con su país de origen. También advirtió que, aunque no es obligatorio, los perfiles en redes sociales pueden ser tenidos en cuenta durante el análisis de cada solicitud.

El mensaje es claro: actuar pronto es clave.

 

 

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